Son días de tensa espera en el Unicaja. También para Daniel Santiago. El boricua cumple contrato este mes y aún no sabe si seguirá vistiendo de verde. Su pérdida de protagonismo la última temporada le coloca con un pie fuera del equipo pero él confía en dar continuidad a su etapa como cajista.

-¿A qué dedica su tiempo 10 días después de haber terminado la temporada?

--A absolutamente nada que tenga que ver con el baloncesto. A estar con las niñas, con mi mujer, a salir a comer, a estar con los amigos y a preparar el regreso a Estados Unidos, donde regresamos el 11 de julio. Estoy aprovechando para hacer todo lo que no se puede hacer durante la temporada.

-El final muy cruel con aquellos últimos segundos ante el Tau. ¿Le duró mucho el enfado?

--Fue muy triste porque hemos trabajado mucho este año y pensaba que ya sabíamos como ganar esos tipo de partidos, pero perdimos en casa y en los últimos segundos. Fue un mal momento, pero espero que sirva para aprender de cara al futuro. Creo que lo que conseguimos ante el Real Madrid fue muy importante, un logro a añadir a los buenos resultados que hemos conseguido en las tres últimas campañas. Espero que la gente lo recuerde dentro de unos años junto a la Liga y la Final Four. Son tres momentos históricos para el baloncesto de Málaga y estoy muy orgulloso de haber sido partícipe de ellos.

-¿Pero está satisfecho con el rendimiento del equipo esta temporada?

--Ha sido buena pero no tanto como nos hubiera gustado. Hemos logrado cosas pero no de la manera que esperábamos. Esto es baloncesto y a veces pasan cosas tan extrañas como las que sucedieron ante el Tau.

-Después de tres años en Málaga se le ve muy integrado.

--Me gusta mucho estar aquí. La gente es muy apasionada y quiere mucho a este deporte. Hay pocos sitios en Europa como este para jugar al baloncesto y para un jugador es un privilegio estar junto a una afición así.

-Acaba contrato. ¿El club le ha comunicado algo sobre su continuidad?

--No me han dicho nada. Creo que están pendientes de resolver el asunto del entrenador, que es la pieza fundamental. Evidentemente tienen que esperar para tomar medidas sobre quien sigue y quien no. Todo eso dependerá del entrenador que vaya a estar.

-En el caso de que continuase Sergio Scariolo, ¿le ha comentado algo éste sobre si entra usted en sus planes?

--No me ha comentado nada. Hemos hablado sobre la temporada y se interesó por cómo iba a pasar las vacaciones. Ninguno de los dos sabemos qué va a ser de nosotros. Estamos todos esperando.

-Pero ¿le gustaría seguir?

-Obviamente. Para mí sería la mejor situación en Europa. Por el clima, por la familia, por los amigos que tenemos aquí, por la competición. Sería lo mejor. No sé qué va a pasar pero espero poder seguir aquí.

-Supongo que debe ser una situación muy incómoda la de no conocer su futuro.

--Lo es para cualquier jugador pero mucho más para un jugador que tiene familia. Yo quiero que mis hijas estén bien, en una buena escuela y aquí están muy bien. Eso es muy importante. Tener familia te condiciona más a la hora de desplazarte. Mis hijas han crecido aquí durante tres años, han aprendido español y están muy integradas. Para nosotros Málaga es muy importante.

-¿Y qué cree que va a pasar?

-No lo sé. Supongo que dependerá del entrenador. Lo que sí sé que la del Unicaja es una buena opción para mí y para mi familia. Sé que el próximo año seguirá siendo un equipo competitivo.

-¿Ha habido algún equipo que haya preguntado por usted?

-Ninguno. El único club ahora es la selección de Puerto Rico.

-¿Irá entonces al Preolímpico?

-No lo sé. Si fuese significaría tener que estar dos meses fuera de casa y no me apetece mucho. Parte de mi corazón me dice que sí pero hay otra que dice que no. He jugado ya dos Juegos Olímpicos y tres o cuatro Mundiales. En este momento es complicado.