Tras una semana de un silencio engañoso, el tema del dopaje volvió a ubicarse en el primer plano del Tour de Francia. El ciclista español Manuel Beltrán, del equipo Liquigas, se convirtió ayer en el primer caso de positivo, según confirmó la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD).

Al jiennense, de 37 años, se le detectó la sustancia dopante eritropoietina (EPO) en un control realizado el sábado, antes de la primera etapa del Tour de Francia, según había informado previamente el periódico deportivo L'Equipe en su página web. De inmediato, el equipo Liquigas excluyó al corredor jiennense de la ronda francesa.

Horas antes, la AFLD había informado que en los controles a 20 ciclistas se habían encontrado "anomalías" en tests antidopaje de rutina justo antes del inicio de la vuelta francesa. "Unos 20 ciclistas tuvieron niveles un poco altos, justo al límite de lo legal", dijo Philippe Sagot, de la AFLD, que agregó que "algunos corredores revelan niveles altos de hematocrito, que puede ser un claro indicio de dopaje".

El hematocrito es la proporción del volumen de sangre que está ocupada por glóbulos rojos y un nivel elevado del mismo puede indicar la presencia de la sustancia dopante EPO.

Previamente, el diario francés Le Monde, en su edición online, había asegurado que 10 tests sanguíneos obligatorios realizados justo antes del comienzo del Tour en Brest dieron resultados anormales. A los 10 ciclistas implicados, que no fueron identificados públicamente, se les avisó del resultado en la noche del jueves, según Le Monde.

Los equipos Milram, Gerolsteiner, CSC-Saxo-Bank, Rabobank y Silence Lotto indicaron que ninguno de sus corredores está implicado en el asunto. "No tengo informaciones al respecto. Escucho esto por primera vez", dijo el jefe de Gerolsteiner, Hans-Michael Holczer, tras el inicio de la etapa de ayer.

El 3 y 4 de julio se realizaron controles de los valores hormonales y sanguíneos a los 180 participantes del Tour.

Las muestras fueron analizadas por un laboratorio que tiene la licencia de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en Lausana. Según el diario francés, a los ciclistas involucrados se les realizarán exámenes más específicos.

La información también fue transmitida a la Unión Ciclista Internacional (UCI), que por primera vez no realiza los controles en el Tour. Los resultados se incorporarán al pasaporte biológico de la UCI, que semanas atrás había constatado irregularidades en 23 ciclistas. No se ha informado si se trata de los mismos corredores.

Las recientes informaciones podrían llevar agua al molino del experto en dopaje Werner Frank, quien insiste en desconfiar de los controles antidopaje en el ciclismo. "Las afirmaciones de que funcionan los controles son -como todos los años- una manera de burlarse del pueblo", dijo el biólogo al diario alemán Hamburger Morgenpost.

"La gran mayoría de los ciclistas en el Tour toma sustancias prohibidas y hay muchas maneras de evadir los tests", dijo. "Además, los corredores reciben de los médicos una dosis que no es detectable a pesar de tener que someterse a reiterados controles. Sólo los tontos o los que no están supervisados adecuadamente pueden ser detectados", afirmó Frank.

Tras el conflicto entre la organizadora del Tour de Francia (ASO) y la UCI, el AFLD se hizo cargo del control antidopaje, que al parecer es más efectivo y más completo que en los pasados años.

Entretanto, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anunció ayer la suspensión temporal por al menos seis meses del proceso de recurso contra la decisión de la Federación Española de Ciclismo de no actuar disciplinarmente por dopaje contra Alejandro Valverde, uno de los aspirantes a ganar el Tour. Tanto la UCI como la AMA apelaron ante el alto tribunal deportivo la resolución de la Federación Española de Ciclismo, que dejó sin sanción al ciclista pese a que se le liga con Eufemiano Fuentes, cerebro y propulsor de una red de dopaje desmantelada.