El Deportivo empató en Mallorca con un penalti muy discutido transformado por Verdú, que neutralizó el gol que había marcado Aduriz, el sexto de su cuenta particular en esta Liga. El Mallorca acariciaba una victoria muy importante para salir del pozo de la clasificación. Pero el penalti y la posterior expulsión de Corrales por doble amonestación acabaron con sus ilusiones. El cuarto empate de la temporada no le sirve de mucho al Dépor en sus aspiraciones europeas. El equipo gallego no tuvo una tarde feliz, pese a la gran actuación de Aranzubia, y Valerón.

Cuatro jugadores -dos por cada equipo- rescataron del letargo al público de Son Moix en la primera parte. Los dos porteros evitaron que el marcador se moviera con paradas de gran mérito. Aranzubia salvó a su equipo en varias ocasiones y Aouate hizo lo propio, justificando su incorporación a la plantilla en el mercado de invierno.

Y en la zona ancha brillaron dos cerebros del fútbol, Valerón y Jurado. El canario, ex jugador del Mallorca, dio un recital de asistencias, algunas de ellas, sublimes, hasta que fue sustituido en la segunda parte, y el andaluz, cedido por el Atlético de Madrid, fue, una vez más, el motor de su equipo.

El Deportivo tuvo más criterio y orden en la primera parte. Sólo le faltó el gol, pero ahí estaba Aouate, ex deportivista, para impedirlo. El Mallorca, con más prisas que su rival, cayó en la telaraña tejida por Lotina y su juego se atascó, sobre todo, en la zona ancha, donde ni Mario Suárez ni Martí encontraron espacios para maniobrar.

Los dos equipos se repartieron las ocasiones en la primera parte, en la que destacó una gran intervención de Aranzubia tras un disparo seco y con mucha dinamita de Scaloni.

El gol de Aduriz cambió la dinámica del partido. El Mallorca elevó su nivel de juego, y el Depor acusó el golpe. Martí pudo sentenciar (70'), pero su remate, a puerta vacía tras un fallo colectivo de la defensa visitante, se estrelló en el larguero.

Lotina movió el banquillo, y la entrada de Lassad resultó providencial en el empate, ya que fue derribado en el área por Nunes, en una jugada muy discutida, tanto por los jugadores del Mallorca como por la grada. El penalti, muy dudoso, lo transformó Verdú. La expulsión de Corrales elevó más las protestas del público. Situación que el Dépor no fue capaz de aprovechar pese a jugar con uno más.