El Unicaja volvió a disfrutar en una pista de baloncesto. En estos momentos de crisis severa, cualquier detalle positivo puede hacer saltar una chispa. Y el equipo de Joan Plaza sonrió en Zagreb por primera vez en semanas. Ganó (78-91), no lo hacía desde la primera vuelta en Málaga ante el Cedevita, se embolsó los 35.000 euros por victoria que paga la Euroliga en el Top 16 (el chárter salió casi gratis, pues) y generó una corriente positiva por enganchar a varios jugadores. Fue en un partido sin exigencia, con presión cero. Lo que viene pide más porque no hay margen de error en la ACB. Pero la espiral de derrotas era diabólica y había que huir de ella.

Se acumularon buenas noticias en un ambiente propicio para el lucimiento. Cooley y Fran Vázquez han reaccionado como un interruptor a la marcha de Hendrix. Ayer sumaron 30 puntos y 19 rebotes entre los dos (16-10 el americano y 14-9 el gallego). Justo cuando se busca en el mercado otro interior, han reaccionado al unísono. Ya lo mostraron en Barcelona y ayer dieron un paso más. Tres partidos, si lo hacen también ante el CAI, no serán casualidad.

El Cedevita tardó 11 minutos en fallar un lanzamiento, pero, inexplicablemente, iba por detrás en el marcador. Tras un comienzo con numerosos pases de pecho y puertas atrás sin cerrar (8-2, 15-8), el Unicaja ajustó las piezas. Defensivamente, Alberto Díaz y Fran Vázquez cambiaron el aire a un equipo que recordaba el de las peores tardes. El gallego, en esa tenue pero constante línea ascendente, metió seis puntos seguidos y cortó la hemorragia. Más tarde embellecería su estadística abriendo su catálogo. Recuperó el tiro de larga distancia y regaló algún mate.

La activación llegó hasta Nedovic, en una de esas actuaciones que causa malestar, porque se constata que tiene unas condiciones con escaso parangón en el continente para ser un jugador determinante, superior. Pero sólo lo muestra en determinadas circunstancias y escenarios. El serbio metió en un parpadeo tres triples y anotó dos penetraciones acabadas con extrema dificultad, en tiros con rectificado. 13 puntos concentrados en siete minutos.Han pasado varios meses desde su llegada y se le han visto ya más de 40 partidos en Málaga para pensar en que de repente le puede llegar la estabilidad. Cierto es que en tarde, aunque sean minutos, así hay que parar el reloj y disfrutarle. Aunque sea en un partido fútil. En la segunda mitad ya se aproximó a lo habitual.

Cooley también picaba piedra bajo el aro. Es difícil que salga petróleo del jugador norteamericano, pero quizá sí es más aprovechable y empleable. Va recogiendo los minutos que ha dejado sueltos Hendrix y lo va haciendo muy bien. Sus limitaciones están ahí, pero seguramente las papas haya que ganárselas ante rivales en los que el de Notre Dame sí va a dar el nivel físico, como sucedió ayer. Y ahí, visto que lo que ofrece el mercado acorde a lo que dispone el Unicaja no garantiza una mejora, debe ser importante. Atrás sufre, no tiene demasiada capacidad de intimidación. Pero es un marmolillo y va al rebote con una fe inquebrantable.

En un vaivén con una antideportiva a Walker y una técnica a Mrsic el Unicaja consolidó la ventaja. Cuatro puntos de Thomas, tras dos canastas de difícil ejecución, daban renta (42-48) al descanso. Tras él siguió la tendencia, no se diluyó el equipo de Plaza, que esta vez fue constante, con los asteriscos que tiene el partido, durante muchos minutos. El Unicaja fluyó de la mano de Fran y fue añadiendo jugadores a la causa. Kuzminskas, Nelson, al final Dani Díez... Subió de los 10 puntos (50-62), rozó los 20 (68-86) y se volvió de Zagreb con una sonrisa. Parece que ya se tocó fondo y que se dibuja una línea ascendente. La sonrisa siempre es estimulante.

FICHA TÉCNICA

CEDEVITA ZAGREB: Gordic (7), White (16), Babic (4), Arapovic (12) y Bilan (10) --cinco inicial--; Pullen (15), Walker (7), Pilepic (-) y Zoric (7).

UNICAJA: Nelson (10), Jackson (1), Kuzminskas (11), Thomas (14) y Cooley (16) --cinco inicial; Nedovic (15), Suárez (3), Dani Díez (5), Vázquez (14), Díaz (2) y Karahodzic (-).

PARCIALES: 23-25, 19-23, 12-17 y 24-26.

ÁRBITROS: Paternico (ITA), Gkontas (GRE) y Halliko (EST). Sin eliminados.

PABELLÓN: Drazen Petrovic. 3.500 espectadores.