A los que se empeñan en desacreditar la Liga, esta competición en la que juegan casi todos los campeones de la última Eurocopa, convendría recordarles que la pasada semana hubo pleno de victorias en Champions y UEFA. Fueron tres días que anticiparon una jornada de lo más sugerente, que arroja una conclusión esperanzadora: Valencia, Villarreal y Sevilla presentan unas hechuras de aspirantes de verdad, lo que invita a pensar en que el abanico se puede abrir este año en la azotea.

Los tres, junto a Madrid, Barça y Atlético, son los que manejan los mayores presupuestos de la Liga BBVA, y todos ellos parecen dar la razón a quienes respaldan la lógica de los euros. Sólo el Almería sigue incrustado en ese grupo de seis y relega al Atleti al séptimo puesto.

En Valencia, Emery tiene a todos sus puntales metidos en el bote, a gusto bajo su patrón. Y además, han entrado en una dinámica ganadora que asusta: en Valladolid vencieron sin merecerlo. El único pero, que aún no han acometido una prueba de fuste: Mallorca, Osasuna y Deportivo en casa, y Almería, Málaga y Valladolid fuera. Tiene plantilla para rotar y mantener el pulso.

También el Villarreal, cuya experiencia a nivel internacional le da ya para compaginar Champions y Liga. El Betis le puso en serios apuros, pero al final venció. Como el Valencia, ha aprovechado la bonanza del calendario para consolidarse arriba.

El Sevilla tampoco ha afrontado aún el Tourmalet (en su caso, Valencia-Barcelona-Real Madrid y Villarreal), pero ya dio un golpe en la mesa ganando en buena lid al Atlético en el Calderón. Pasó por encima del Athletic el último domingo y encadena 11 jornadas sin perder en Liga: las últimas cinco de la pasada y las seis de la corriente. Además, suma 585 minutos sin encajar un gol esta temporada. Jiménez tenía claro en verano que debía tapar el agujero defensivo por el que se esfumó la Champions, y en ello está. Los refuerzos de Squillaci, Fernando Navarro o Duscher están colaborando mucho en ello.

Las dudas en el seno del Real Madrid acrecientan la sensación de que esta Liga será más abierta. Los campeones, lejos de arrancar en la competición con la fuerza de hace un año, tuvieron que encomendarse a Raúl ante el Espanyol, algo que ya no basta. El debate sobre la política de fichajes del pasado verano, con ese todo o nada por Cristiano Ronaldo, y la consiguiente falta de primeros espadas en el juego de ataque del coloso blanco, se tornará agrio si los madridistas salen mal parados ante Atlético en el Calderón y Juventus en Turín.

Por la ley de los vasos comunicantes, el madridismo se encuentra aún más contrariado tras ver al Barcelona por encima en la tabla, lo que no sucedía desde hace año y medio. Su más encarnizado rival se ha catapultado gracias al set al Atlético. El Atlético sirvió al Barça justo lo que más necesita el proyecto de Guardiola, un baño de crédito. Con una columna vertebral criada en La Masía (Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta y Messi), el fútbol de toque y circulación vertiginosa de balón cuaja por fin en goles y triunfos. Aquí no se disfruta de Cristiano, pero tenemos a Messi. Brilla la Premier, pero también la Liga.