El Real Valladolid prolongó su buena secuencia de resultados tras ganar al Espanyol (2-1) con dos goles de Llorente, el primero de ellos fulgurante (a los ocho segundos), en un buen partido, en el que los catalanes pagaron su falta de aplicación.

En la jugada del saque inicial, Llorente aprovechó un servicio de Víctor para marcar el primer gol. El estado de gracia del ariete guipuzcoano y la falta de concentración del Espanyol depararon el tanto más rápido de esta liga.

Los catalanes acusaron el golpe y, de hecho, estuvieron tambaleándose y vagabundeando por el campo durante los primeros minutos del partido hasta que Tamudo, Valdo y Moha entraron en juego y empezaron a tirar de los suyos.

Sin embargo, con el Espanyol todavía desperezándose, Llorente volvió a aprovechar un balón suelto en el área para marcar el segundo del Valladolid y el décimo tanto en su cuenta particular.

Con los de Mendilibar dueños del espacio, del partido y del balón, el equipo espanyolista apareció de nuevo al borde del K.O., así que la fiesta se instaló en las gradas del estadio Zorrilla.

Pese a todo, los de Ernesto Valverde intentaron rehacerse en la segunda parte, aunque sólo pudieron maquillar el resultado.