Lunes 11 de marzo, un día menos para el miércoles, fecha señalada en los calendarios de la afición malaguista. No había finalizado aún el encuentro de la ida cuando ya se pensaba en dicha fecha, la fecha de la remontada. Hoy empieza esa semana cuya espera ha parecido el doble. Hoy da comienzo la gran semana malaguista.

A lo largo de los días pasados, siempre que se cuestionaba a un miembro de la plantilla malaguista sobre el encuentro de Champions las respuestas eran puramente evasivas. Los resultados en Liga no son propicios para confiarse y por ello no había que dejar la competición de lado. Una vez pasado el encuentro ante el Valladolid, los jugadores abordaron por fin el tema de la ansiada remontada. Los primeros fueron los futbolistas que comparecieron en la zona mixta. El centra uruguayo Diego Lugano dijo: "El miércoles es el partido más importante de la historia del club. Cuanta más experiencia tienes, más quieres jugar estos partidos porque sabes lo complicados que son. Hay que disfrutar de la previa, de los momentos, de esos nervios. La gente va a generar energía positiva para nosotros y se puede sacar un buen resultado". "Para pasar tenemos que meter goles. En ataque hemos estado mejor que en los últimos partidos", añadió el centrocampista aragonés Camacho. No fueron los únicos, pues Martín Aguilar también realizó un llamamiento: "La Rosaleda tiene que ser un fortín y una olla de presión. Con la afición que tenemos, lleno hasta la bandera, y con esa presión tenemos que hacer que el Oporto se sienta incómodo".

Es un encuentro que incluso deja al margen, casi olvidado, que el equipo no está atravesando su mejor momento. Desde que perdiera en Do Dragao, el equipo no ha encontrado la victoria y apenas ha logrado toparse con el gol. Fueron 350 minutos de sequía desde el gol de Saviola ante el Athletic de Bilbao hasta el cabezazo picado de Demichelis en el pasado encuentro. En la plantilla son más optimistas pero la mejoría no es tan evidente. El club debe vencer por una diferencia de dos goles, salvo en caso de penaltis, y no es un resultado demasiado habitual de los marcadores en La Rosaleda. La última victoria por una diferencia igual o superior fue el 8 de enero en la Copa del Rey, el 4-1 ante el Eibar. Vara de medir un tanto dudosa si se tiene en cuenta que es un equipo dos categorías por debajo y que el Oporto ya demostró en la ida que está muy lejos de ser un rival apacible.

Hace más de dos meses que no se logra el resultado esperado, pero no es motivo para perder la esperanza. En el otro extremo de la balanza está la buena racha del Málaga en Europa, que no ha perdido un solo encuentro en La Rosaleda. De hecho, el equipo tampoco ha perdido fuera de casa en las diferentes competiciones europeas con la excepción de Oporto, ciudad en la que ha vuelto con la derrota las dos veces que jugó (Boavista y Oporto).

Para lograr su objetivo, el club busca un lleno casi garantizado, sería el tercero de la temporada, y quiere que el ambiente esté a la altura. Además de la promoción 2x1 en las camisetas, los grupos de animación Frente Bokeron y Malaka Hinchas han anunciado sendos tifos en Fondo y Gol para crear un histórico ambiente.

No hay que olvidar que, al margen de todo el prestigio y la motivación que atrae la máxima competición europea, los premios de la Liga de Campeones son el maná para un conjunto que lleva acumulados unos 19 millones de euros por resultados y fases superadas. De lograr la remontada ante el Oporto y alcanzar los cuartos de final, el Málaga obtendrá un premio de 3,9 millones de euros. Una cantidad que nunca viene mal para las arcas de un club como el Málaga en su actual situación.

Desde que diera comienzo este artículo hasta su final, la espera para el encuentro del miércoles se ha acortado. Más nervios y menos previa para una afición que vuelve a creer estar, y ya van unas cuantas esta temporada, ante el partido más importante de su historia. Y que sigan siendo más.