O la afición está muy susceptible o el Unicaja no ha hecho correctamente los deberes y no ha sabido vender hacia dónde se encamina su nuevo proyecto. Que el equipo se marche a los vestuarios al descanso del primer partido de Liga entre pitos invita a la reflexión. Seguramente, sea una mezcla de los dos supuestos. No es agradable ni halagüeña esa predisposición a la protesta para un bloque en formación. Ganó en Málaga el Ayuda en acción Fuenlabrada (71-74), que dominó desde el minuto 1 al 40. Y escoció, dolió bastante en el Carpena. El resultado y la impotencia.

Tras un comienzo nefasto (0-8 de salida y empanada) y todo el duelo a remolque, lo máximo que consiguió el Unicaja fue empatar en el último minuto (71-71) gracias a un triple de Freeland, el clavo ardiendo. Cook volvió a evidenciar que en los finales de partido se le baja la persiana. Interpretó no se sabe cómo la jugada ordenada por Aíto, con dos abajo y a falta de 20 segundos, y la acabó en una penetración incomprensible. Dispuso de una última bola para un triple y no supo qué hacer con la bola, la soltó a falta de dos segundos a no se sabe dónde. El fantasma de Cabezas le perseguirá mientras acumule malas decisiones en los minutos de la verdad.

Sucede que la gente compara. Y contempla que Real Madrid, Barcelona y Caja Laboral arrasan a domicilio por 20 puntos en el primer partido. Aspira el Unicaja a competir con ellos, como lo ha hecho en la última década. Y la sensación que se palpa entre la parroquia es que los rivales se han marchado a un nivel (o varios) superior, que el tren se ha escapado. No debería ser así. El club malagueño dispone de un presupuesto elevado, un entrenador del máximo prestigio y un puñado de jugadores jóvenes, con recorrido y futuro.

No se debe sentenciar por una derrota en el primer partido. A nadie, aunque Jiri Welsch ya cargue con esa cruz para los restos y se le pite en el primer lanzamiento que falle. Se irá el checo de Málaga y quizá se continúe silbando a su espectro. No es cuestión de personalizar, pero a Aíto le faltan soldados. Y Welsch no es uno de los que se borra aunque yerre.

Tampoco se puede caer en el lamento de que hay lesionados (Gomis, Archibald, ahora Dean, antes Berni) y de que ha habido demasiados internacionales. Todos los equipos los tienen. Enfrente había ayer un bloque con un tercio del presupuesto cajista. Con nueve jugadores nuevos en la plantilla, el esqueleto del año pasado fuera y con varios internacionales también (Batista, Mainoldi, Sandes y Berzins).

Advertía Luis Guil en la previa de que el objetivo era llevar el partido al "cinco contra cinco". Es decir, que el Unicaja no corriera, su principal arma. Y su plan de encuentro se cumplió a la perfección. Zarpazo de salida ante la torrija malagueña (0-8), administración de las rentas (11-20, 15-25, 19-31) y, como pilar fundamental, negar una canasta fácil. Allí se enmarañó Freeland, que se cargó de faltas y fue golpeado por Batista, una fiera uruguaya a la que hábilmente cazó la perspicaz dirección deportiva fuenlabreña. 20 puntos y 15 rebotes, debut de ensueño en la ACB. Sinanovic, pocos minutos pero acertados, fue una solución de emergencia refugiado en la zona.

Dean y Blanco sumaron cero puntos. El año pasado promediaban 30 de manera conjunta. Pero Murcia y Fuenlabrada no es lo mismo que Málaga. Berni fue recurso de emergencia. Una tendinitis en la rodilla no obstó para que Aíto tirara de él mediado el tercer cuarto, cuando el Fuenlabrada, con Thomas y Fitch secundando a Batista, se escapaba (31-48). Incapaz de anotar con facilidad en estático, el partido se le iba al Unicaja.

Berni reactivó a los demás. Mermado, pero siempre dispuesto. Aíto dio una vuelta de tuerca. De salida en el último cuarto, con Dean lesionado, apostó por Cook y Jeter. Y la apuesta le salió bien. Jeter emuló a su hermana Carmelita, incordió, presionó y enganchó al Unicaja al partido con ocho puntos. El partido devino en locura. Triples, carreras, dos más uno y Berni que empata tras saque de fondo (68-68). Sangría en el rebote malagueño y Freeland, que se lució con nueve puntos en el periodo final, anota un triple en el último minuto (71-71). Pero Cook se equivocó de nuevo de revoluciones. Como el año pasado. Y la victoria voló a Fuenlabrada.

0

Árbitros: Conde, Araña y Castillo. Eliminado: Freeland (40'). incidencias: Primera jornada de la Liga ACB. Encuentro disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 9.500 espectadores, según datos oficiales del Unicaja.