Liga BBVA

De 'jugador de cristal' a franquicia

Arjen Robben es el gran faro que alumbra la ilusión de un Real Madrid que vuelve a tomar aire en la Liga española gracias a las actuaciones del extremo holandés, que abandonó por unas semanas su fama de "jugador de cristal".

El Real Madrid venció el domingo por 3-0 en su visita al Mallorca, encadenó su tercer triunfo consecutivo y ascendió a la segunda posición de la Liga española, aunque todavía a 12 puntos del Barcelona, el intratable líder de la Liga española.

Robben volvió a responder a la expectación que ha generado en los últimos tiempos y abrió la senda del triunfo con el primer gol. El extremo comandó un rápido contraataque y marcó con calidad después de una rápida carrera desde el centro del campo. El holandés está viviendo ahora la cara amable del fútbol, la de los elogios y el reconocimiento. No es poca cosa después de todo lo que ha vivido desde que llegó al Real Madrid, en septiembre de la pasada temporada, después de que el club blanco pagara 36 millones de euros.

El Real Madrid había adquirido un futbolista de indudable calidad, pero con un larguísimo historial de lesiones que invitaban a la desconfianza. El propio futbolista alimentó y agrandó todas esas dudas en su nuevo destino y en su etapa como jugador blanco acumuló cinco lesiones diferentes, cuatro de ellas musculares. Sin embargo, Robben lleva un mes al máximo nivel y comienza a rentabilizar la millonaria inversión de su club, por más que sus máximos detractores recuerden que el jugador se puede lesionar cuando menos se le espera.

Pero como el fútbol sólo vive del presente, la realidad es que hoy la hinchada del Real Madrid encuentra un motivo para sonreír cuando ve a Robben en el campo. Le viene muy bien a su equipo, tan falto de estrellas y de jugadores desequilibrantes. Robben se está beneficiando de las nuevas ideas de su técnico, Juande Ramos, que ha rearmado al equipo desde la defensa y practicando el contraataque. "De vuelta a los tiempos de Capello", proclaman algunos analistas.

"Lo primero que nos dijo el nuevo entrenador es que había que mantener la portería a cero", dijo Casillas la pasada semana. Y su equipo lo está cumpliendo, pues lleva tres partidos sin encajar un tanto. Una enorme diferencia respecto a los tiempos de Bernd Schuster. El ataque queda para Robben. Para el Real Madrid, la irrupción del holandés es una especie de maná después de tanta crisis. ¿Ha llegado para quedarse?

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios