Fútbol l Liga de Campeones

Más maldición en Turín

  • El Real Madrid amplía a 64 años su racha sin ganar allí · La Juventus le arrebata el liderato del grupo H · Siempre fueron a remolque pese a la buena segunda mitad

El Real Madrid cosechó su segunda derrota de la temporada, en la resurrección del Juventus que, con nueve bajas importantes, ganó por 2-1 y amplió la maldición blanca en Turín, el día que pudo prácticamente sellar su pase a octavos de la Liga de Campeones.

Salió mordiendo un gigante herido como el Juventus, con Claudio Ranieri en el alambre, la motivación de sus jugadores comenzó decantando un partido al que el Real Madrid salió dormido.

Sin tiempo para asimilar un arrollador inicio, Del Piero rescató su magia para firmar un golazo. Fabio Cannavaro perdió su posición, Pepe le tapó, pero nadie cerró el espacio por el que se coló Del Piero para colocar en la escuadra su colocado disparo lejano a pase de Amauri. El Olímpico de Turín estallaba al comprobar que los clásicos europeos no entienden de estados de forma.

El Real Madrid estaba desarbolado. Nedved era un puñal, Amauri estaba en todas, Del Piero ponía la clase y la llegada de Grygera exigía el máximo a la defensa. En ella, Fabio Cannavaro vivía un día especial entre silbidos. Su regreso a casa cumplió con lo que preveía y el antiguo Comunale presionó en cada balón.

La distancia entre líneas y el perfil de centrocampistas por los que apostó Bernd Schuster, instalaron la desesperación en Raúl y Van Nistelrooy. Perdidos entre balones largos, el balance ofensivo blanco se limitó a los disparos de Rafael Van der Vaart.

El primer intento rozó el larguero y restó presión en el mal inicio. Los minutos daban el dominio, pero faltó control. La conexión holandesa de Sneijder y Van der Vaart ofrecía lucha, pero no toque. Higuaín se perdía entre carreras de poco sentido.

No se cansó de intentarlo Van Der Vaart, curiosamente con disparos con su pierna derecha, que no superaron a Manninger. Comenzaba a asumir el Real Madrid el peso, cuando Amauri avisó de su pegada. Su remate a centro de Grygera no encontró puerta y provocó la desesperación de Pepe. La defensa estaba demasiado expuesta.

Tras la primera parte para olvidar, el Real Madrid saltó en la reanudación con el objetivo de cambiar su imagen. Pero, de nuevo, un despiste defensivo lo pagó caro. Un mal despeje de Pepe cogió a la defensa descolocada y Amauri superó a placer a Iker Casillas.

Esta vez, la entrada de Arjen Robben cambió el panorama. El Juventus no tenía fuerzas ni para los contraataques y comenzó a temer por su triunfo cuando Van Nistelrooy remató a gol un centro de Heinze. De ahí al final, el Madrid luchó por un empate que se escapó a manos de la Juventus.

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