Málaga c. f.

Ese maldito Balaídos

  • En ese estadio Gallardo sufrió el rodillazo que derivó en su fallecimiento y el CD Málaga jugó su último partido antes de desaparecer l En 25 visitas, sólo hubo dos victorias malaguistas

La aportación de las estadísticas no deja de ser una mera compilación de sucesos históricos. Menos mal, ya que el cuadro escrito en Balaídos no invita al optimismo. En 25 visitas desde hace 57 temporadas, sólo dos veces los blanquiazules volvieron con el triunfo. Malos números acompañados por dos vivencias trágicas en el estadio céltico: la muerte de Gallardo y la disputa del último encuentro del CD Málaga antes de su desaparición.

drama en la portería

Hace justo 20 años, el CD Málaga sucumbía 3-2 en Balaídos, cumpliendo así su undécima derrota allí. Pero el resultado quedó en segundo plano. La noticia llegó en un fortuito choque del delantero Baltazar contra el prometedor meta blanquiazul José Antonio Gallardo. El fuerte rodillazo en la cabeza dejó al malagueño inconsciente. Tras ser trasladado a un hospital cercano, días después fue ingresado en el hospital Carlos Haya con una hemorragia cerebral que le dejó en coma. Ocho días después, falleció. El equipo acumulaba opciones de volver a Primera, pero el dramático lance supuso tal palo moral para el grupo que de los siguientes 15 partidos sólo pudo ganar cinco.

adiós al cd málaga

No fueron las únicas lágrimas que se derramaron en el estadio gallego, que aún hoy mantiene su fisonomía. El 24 de mayo de 1992 el CD Málaga disputó allí la última jornada del campeonato. Fue un trámite, ya que la jornada anterior, con el triunfo del Compostela en La Rosaleda, el equipo ya había consumado su segundo descenso consecutivo tras una temporada que comenzó Ben Barek en el banquillo y que el joven Antonio Montero, Nene, pese a lograr 16 de los últimos 20 puntos en juego -por entonces las victorias aún valían dos puntos-, no pudo enmendar.

También fue el último partido de la entidad como tal. La crisis económica era insostenible (los jugadores llegaron a hacer una sentada tres semanas antes del choque en señal de protesta por el dinero que se les adeudaba). La aparición del por entonces alcalde, Pedro Aparicio, no logró crear una comisión de ayuda ni involucrar a empresarios para intentar reducir los casi 2.500 millones de pesetas de deuda. El 3 de junio la Junta Directiva dimitió y el 27 de julio, en asamblea de socios, se produjo la disolución definitiva del club.

el principio del fin

La última ocasión que el Málaga actual se desplazó a Balaídos merece englobarse bajo dicho título. Porque fue la primera derrota en la primera jornada, la primera de las 24 que ocurrieron en la temporada 05/06. Fue el principio del fin al mejor ciclo de la historia, siete años seguidos en la élite. Y fue el principio del fin para el Gato Romero, a quien una lesión de rodilla lastró sus últimos episodios en el club.

Por partes. Aunque la primera fecha parecía prematura para augurar una mala campaña, ya ante el Celta (2-0) se evidenciaron las carencias que luego serían claves para el descenso: falta de presencia ofensiva (la marcha de Miguel Ángel y Juanito dejó huérfano el rocoso sistema de Antonio Tapia), de gol (el Chengue Morales fue un lastre y Salva firmó su peor campaña en Primera merced a sólo seis tantos) y de comunión entre el banquillo y los jugadores, ya que el encuentro comenzaba con una agria polémica entre el club y Duda, pues éste se negaba a salir traspasado a la Real Sociedad y el incidente acabó sumando para la destitución del técnico baenense.

El Gato Romero le uniría la tragedia personal. A los 33 minutos de aquel choque sufrió un giro en su rodilla derecha que le obligó a ser sustituido. Un pronóstico de baja para un mes acabó derivando en sus molestias crónicas de rodilla. Desesperado, pasó por las manos del doctor Guillén, pero ello no evitó los capítulos finales de su fútbol de alto nivel. No volvió a jugar aquella temporada y la pasada lo hizo de forma testimonial y para llevarse una oficiosa despedida de Martiricos en el partido de la salvación matemática ante el Cádiz.

al fin alegrías

El 22 de diciembre de 2000 pasó a la historia porque se pudo ver la primera victoria del Málaga en Balaídos. Tardó justo medio siglo en llegar, pero la espera se vio compensada por una gran exhibición de fútbol de contragolpe por parte de los pupilos de Joaquín Peiró (Canal + emitió el encuentro). Los de Víctor Fernández afrontaban la cita como segundos clasificados; el Málaga, empatado a puntos con los equipos en descenso. Pese al arsenal de los gallegos con Makelele, Karpin, Mostovoi, Gustavo López, Turdó, Revivo y McCarthy, Catanha pudo más. Su hattrick, el primero en Primera, y otro tanto de Rufete fulminaron a un Celta que llegó a nivelar dos veces el marcador. Al final, un 2-4 para el recuerdo (luego se produciría el susto en el avión de vuelta merced al mal tiempo que reinaba por Galicia en aquellas vísperas de Navidad).

estadísticas nefastas

Al margen de las efemérides, los datos del Málaga en el estadio del Celta son desastrosos. Sólo dos victorias (la segunda llegó hace tres temporadas, con Juande Ramos y Muñiz en el banquillo y Salva y Diego Alonso goleando) y ocho empates permitieron a los blanquiazules puntuar. El resto son 15 derrotas. 18 goles a favor por 43 en contra (casi dos por partido) resumen los calvarios vividos en Balaídos. La derrota más abultada la vivió Marcel Domingo en la jornada 21 de la campaña 73/74. Un 5-1 firmado por Jiménez, que consiguió un triplete, Castro y Sanromán; Monreal conseguía el temporal 1-1.

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