Tras el partido, Bernd Schuster estaba con el tono de voz apagado, pero tampoco quería hacer un drama de la derrota en Los Cármenes. "Yo creo que la mayoría del partido hemos estado a la altura del encuentro y del rival, haciendo casi de todo, intentando crear peligro en ataque. Pero a veces ayudamos al rival a que levante la cabeza. El segundo perdimos la confianza, fue un golpe duro después de empatar. Por la forma en que se produce nos hace mucho daño y eso se nota", razonó el alemán.

Schuster justificó por qué dejó fuera a Weligton. "Viene de una lesión de un par de meses. Volvió el día del Bernabéu, un día complicado para regresar. La lesión de Angeleri, que estuvo cuatro partidos fuera, ya había pasado. A Weli le veía un poco cansado y por eso el cambio por Marcos, que le veía más fresco", explicó antes de decir que "yo no he visto que le faltara intensidad".

"El segundo gol, por cómo se ha producido, igual que el primero, nos ha hecho mucho daño. Bajamos los brazos y es un problema", insistió el técnico bávaro, que explicó por qué no introdujo a Pawlowski: "Meter a alguien con 3-1... No le hago un favor a nadie, por eso no he hecho el tercero. Se trataba ahí de guardar la ropa y de no recibir una goleada. A Camacho lo metí por eso. Es un jugador más que se puede emplear".

Por su parte, Sergio Sánchez admitió la inferioridad del Málaga en la visita a tierras nazaríes. "Ha sido un partido difícil, la verde es que nos hemos encontrado a un Granada intenso, no hemos podido jugar la combinación como siempre nos gusta. Trabajo, constancia, es lo que nos hace falta. Nos vamos con la cabeza gacha. Infortunio ha habido, en el segundo gol despeja Tissone, me rebota y la cae al otro. Jodido,difícil, me quedo con la unión de el equipo en momentos como éste", dijo el central en Cuatro.