Por segunda temporada consecutiva, los dirigentes vivirán el último día del mercado de invierno con tranquilidad. El hecho confirma el cambio de tendencia en la tesorería de la entidad. Bajo el mandato de Fernando Sanz había que apurar varias cargas de batería dicho día esperando cerrar al mirlo blanco extemporáneo. Ahora da tiempo a hacer los deberes en su momento o incluso a declinar esfuerzos extra, como ha sucedido esta temporada, que esta noche quedará clausurada con la única entrada del guardameta Carlos Kameni.

Así que las salidas de Apoño, Kris y Edinho habrán sido los últimos movimientos oficiales de la entidad en este mercado de invierno, que en un principio se presentaba de manera similar al del año pasado, llamado a traer jugadores destacados para apuntalar el proyecto. La idea de traer a Granero se quedó en un sueño finalmente frustrado por su entrenador, Jose Mourinho, quien le convenció de que se quedara a cambio de más minutos que, efectivamente, ya ha empezado a tener. Se tanteó también la opción de incorporar a un delantero, aunque el mercado marcaba parámetros que el club no estaba dispuesto a asumir.

Cerrado el grifo de incorporaciones con Kameni, que llegó a coste cero pero con una ficha por encima del millón de euros, al menos se han producido las ampliaciones de contrato de los porteros Caballero y Pol.

Irónicamente, el Málaga partía con el hándicap de la ausencia de fichas libres en la apertura del mercado. Ahora, tras las tres cesiones efectuadas, las tiene, aunque para no usarlas. Tampoco el día de hoy dejará más salidas. Helder y Malagueño tienen claro que no contarán con ni un solo minuto y, aunque han disfrutado de ofertas, siempre han optado por quedarse. El contrato de ambos vence el próximo mes de junio. Entonces, abandonarán el club. Para encontrar una buena salida están trabajando en las últimas semanas.