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La metamorfosis de Isco

  • Animado a dejar el Valencia por "indisciplinado" y cierta "tendencia a engordar", el malagueño es el jugón de moda

"Futbolista con cierta indisciplina y con tendencia a engordar". Así describió a Isco su primer entrenador en la élite del fútbol, Unai Emery. Pocos dudaban de su calidad, pero es ahora cuando el español parece haber completado su transformación definitiva.

Apodado Magia en el vestuario por sus compañeros en el Real Madrid, la exhibición de Isco ante Italia el sábado, con dos goles y una antología de quiebros y filigranas, lo consagran entre los mejores futbolistas del mundo. No obstante, los inicios de Isco en el fútbol de élite no fueron los que cabría esperar de un futbolista de tanta calidad. En 2006 llegó a las categorías inferiores del Valencia. Tres años después ya era un habitual del filial valencianista en Segunda B, el tercer escalón del fútbol español.

Tenía 17 años cuando debutó con el primer equipo del Valencia en una eliminatoria de la Copa del Rey ante el Logroñés. Aquel 11 de noviembre de 2010, Isco marcó dos goles que, paradójicamente, no le sirvieron para triunfar en el equipo que le brindó su primera gran oportunidad. En la temporada 10-11, el filial del Valencia había descendido a Tercera División y el club instó a los técnicos a recuperar de inmediato la categoría. Unai Emery, hoy técnico del poderoso PSG, era entonces entrenador del primer equipo del Valencia.

A pesar de entrar en los planes de Emery durante toda la pretemporada, y para sorpresa del propio Isco, el técnico vasco decidió relegar a Magia al filial. Ante la situación, Isco no renovó su contrato y fichó por el Málaga.

"En Valencia había un entrenador que no me daba confianza ni contaba conmigo", valoró entonces. "Le he dado oportunidades, pero cuando uno no quiere, no se puede obligar", replicó Emery. Es en su libro Mentalidad ganadora: El Método Emery, publicado en 2012, donde el hoy técnico del PSG acusa a Isco de tener tendencia a engordar y ser indisciplinado.

En el Málaga, en el club de la provincia que le vio nacer, Isco olvidó pronto los sinsabores de su etapa en Valencia. Allí, junto a Joaquín, Toulalan, Van Nistelrooy, Cazorla o Baptista, Isco abanderó al mejor Málaga de la historia, un equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini que disputó la Liga de Campeones por primera vez en su historia en la temporada 12-13.

Sólo un gol en fuera de juego del Borussia Dortmund en el último minuto de la eliminatoria de cuartos de final evitó que el Málaga de Isco accediera a las semifinales del torneo más prestigioso del fútbol mundial de clubes. "Isco tiene mucho futuro", dijo Pellegrini.

El 27 de junio de 2013 se confirmó su traspaso de manera oficial al Real Madrid. Instalado en la plantilla blanca, tuvo que volver a empezar. Frecuentemente acusado de ralentizar el fulgurante juego de contraataque que el Real Madrid había asimilado con Mourinho, Isco, a pesar de sus destellos, nunca fue titular indiscutible con Carlo Ancelotti.

Tras su prometedor inicio en el equipo blanco, Isco fue diluyéndose poco a poco hasta convertirse en un suplente de lujo a pesar de que el propio Ancelotti siempre manifestó "no tener dudas del talento" del jugador malagueño.

Fue entonces, cuando Isco comenzó a iniciar la transformación que le ha convertido en uno de los futbolistas más decisivos del momento. Obligado a jugar lejos de la mediapunta por la brillante nómina de centrocampistas del Real Madrid, comenzó a reconvertirse en interior para añadir a su repertorio de goles, regates, gambeteos y filigranas un poderoso despliegue físico y un hasta entonces desconocido ardor defensivo.

Tras la fallida etapa de Rafael Benítez en el Real Madrid, Isco acabó por consagrarse con Zinedine Zidane, tras imponerse a una estrella del fútbol mundial como el colombiano James Rodríguez, cedido esta temporada al Bayern de Múnich, en el duelo por la titularidad. "Isco cada vez crece más", aseguró el entrenador francés.

"Al final, si no soy titular con Ancelotti, no soy titular con Benítez y no lo soy con Zidane, no voy a ser tonto de buscar problemas donde no los hay. Al final el responsable soy yo y eso es lo que quiero ver, dónde puedo mejorar para estar ahí", reconoció Isco en una entrevista en octubre 2016.

En la selección también le costó hacerse con un hueco. De hecho, se quedó fuera del Mundial de Brasil 2014 y de la Eurocopa 2016 por decisión de Del Bosque. Rusia 2018 será, si España sella su clasificación, su primer gran torneo internacional. No sólo ya está ahí, sino que parece que ha llegado para quedarse en la selección.

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