Las ganas e ilusión del Sevilla y del Athletic por dar un buen primer paso presidirán la cita de ambos en el Sánchez Pizjuán, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, eliminatoria que se decidirá en un mes en San Mamés.

La reconocida amistad de Manolo Jiménez y Joaquín Caparrós quedará aparcada durante unas horas al medirse sus equipos en una eliminatoria que ambos clubes califican como una de las grandes citas de la temporada en el objetivo de disputar la final.

Para el Sevilla, el partido llega en medio de una derrota liguera en Gijón ante el Sporting (1-0) y del derbi del próximo sábado ante el Betis. Pero tanto el técnico como jugadores y dirigentes sólo quieren resaltar, y hacerle ver a los seguidores, que el de hoy es, por el momento, el partido más importante de la campaña.

Jiménez, que hasta hoy no dará la lista de convocados, no podrá contar con Luis Fabiano, quien se lesionó el pasado jueves en el partido de los cuartos de final ante el Valencia y que se une a las bajas duraderas de Konko, Koné y Javi Navarro. Además, Crespo es seria duda para el partido por lesión, mientras que el defensa colombiano Aquivaldo Mosquera y el extremo brasileño Adriano Correia están muy recuperados después de ser bajas en Gijón.

Enfrente estará el Athletic, que llegó a Sevilla con todo y más (18 convocados cuando en Copa sólo pueden estar 16) ilusionado como hace años no estaba, ante el buen momento de juego y resultados en el que se encuentra y por la posibilidad de reverdecer laureles en su competición fetiche, en la que quiere volver a la final 24 años después.