Carlos Kameni encara su cuarta pretemporada como jugador malaguista. Prácticamente lo ha vivido todo con la blanquiazul. Por eso, ayer el camerunés hizo un ejercicio de veteranía y quiso mandar un mensaje de optimismo desde la humildad, al mismo tiempo que promete "dar todo".

El camerunés, que durante estas vacaciones ha contraído matrimonio, reconoció entre risas la dificultad "de cortar las vacaciones", aunque ahora toca "ponerse las pilas para afrontar la nueva temporada". En ese aspecto, comentó que en los primeros días de pretemporada están "notando el apartado físico", el cual irán "mejorando poco a poco".

La marcha de jugadores que fueron vitales la temporada pasada no parece importar demasiado al cancerbero, que cree que la familiaridad del club de Martiricos es clave para poder mantener el nivel. "No es el momento de hablar de los que se han ido, ellos han querido cambiar y hay que tener respeto por ello. Han llegado jugadores de la cantera que ya están integrados sin problema, al igual que los nuevos, que son futbolistas de primera que se están acoplando. Todo está saliendo bien", concluyó Kameni.

Para el camerunés, el objetivo número uno del equipo "es la permanencia". Una salvación para la que no quiere "marcar plazos", pero la cual quiere conseguir cuanto antes "para volver a disfrutar como el año pasado".

Precisamente, de la pasada temporada el guardameta aseguró no guardar una espinita clavada por no entrar en Europa: "Hablamos de un equipo muy joven que estaba en reconstrucción, con chicos de la cantera. Nadie podía pensar que ese equipo acabaría en Europa y estamos muy orgullosos del trabajo que hicimos. Personalmente, me fui de vacaciones muy satisfecho".

Pieza clave de esta campaña que comienza volverá a ser Javi Gracia, al que el portero malaguista tilda de "clave" para consolidar un proyecto largo: "Hay que saber dónde vamos y lo que queremos. El Málaga ha tenido la posibilidad de fichar a un míster joven que sabe lo que quiere y saca el máximo de cada uno".

Por último, Kameni habló de la importancia nuevamente de la afición, con la que reconoció "tener bastante química", al mismo tiempo que le prometió "sudar" para devolverle ese apoyo.