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A por el oro

  • El combinado femenino se mide a Rusia en la final tras hacer historia

Con la tranquilidad que da saber que ya ha hecho historia, la selección española femenina se mide hoy en la final del Campeonato de Europa de Waterpolo a la todopoderosa Rusia, todavía hoy vigente campeona continental. Esta es la primera vez que el combinado nacional de féminas opta a una medalla, por lo que sea cual sea el resultado final, la recompensa será enorme.

Las de Vicenç Tarrès se han resarcido ya en el Centro Acuático de Málaga de su no clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín, pues han demostrado su valía al ganar a combinados como Alemania o Hungría, entre otros. Precisamente fue esta última victoria, cosechada el pasado jueves, la que les dio acceso a la final de la competición que tendrá lugar hoy (21:00).

Paradójicamente, hace justo siete días, las waterpolistas españolas iniciaban su andadura en la competición continental frente a Rusia, por aquel entonces el peor rival al que podían enfrentarse y contra el que salieron a darlo todo, pues la derrota estaba casi asegurada. Ahora, una semana más tarde, las pupilas de Tarrès hacen frente a la final del campeonato frente a ese mismo combinado, aunque con la ventaja que da saber que ya se le ha ganado una vez.

Del combinado cenicienta que apareció en la jornada inaugural del Europeo queda hoy muy poco. Tarrès pondrá enfrente del combinado ruso a un equipo fuerte, seguro de sí mismo (tras lograr cuatro victorias y un empate) y, sobre todo, capaz de imponerse a cualquier combinado que ose a enfrentarse a él.

Poco le queda ya a España por demostrar. Con un juego sosegado y tranquilo, una defensa trabada y casi infranqueable y una portería, con Patricia del Soto como máximo referente, que se sitúa como una de las mejores del torneo, la selección femenina es una escuadra casi perfecta que hará sudar al combinado eslavo.

Pero no todo será tan fácil para las anfitrionas -que contarán con el apoyo del público-, pues el conjunto ruso es el campeón de Europa y va a pelear con uñas y dientes para seguir manteniendo el título. El ajustado resultado logrado en su primer enfrentamiento (10-9) pone da manifiesto la igualdad entre ambos conjuntos, cada uno con una forma de juego muy peculiar. Las rusas centran su juego en la rapidez, contraataques veloces que apenas dan tiempo a reaccionar al rival, que precisa de una gran defensa para frenar las llegadas del combinado eslavo. Sea como fuere, las de Tarrès ya han hecho historia, lo que les permite -igual que hicieron el 5 de julio- eliminar la tensión que da saberse mejor que el rival.

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