Es la clásica historia de Carlos Tévez. Después de ocupar los titulares por un incidente con la Policía el jueves, el argentino respondió en el campo con un hat-trick para el Manchester City en los cuartos de final de la Copa inglesa.

Roberto Mancini no podía estar realmente enfadado con el delantero. El técnico conoce bien el carácter de su jugador. "Si éste es el efecto que produce en él, por mí la Policía puede pararlo cada día", bromeó el entrenador del City tras el 5-0 sobre el Barnsley.

Tévez fue arrestado el jueves al ser cazado por la Policía al volante de su deportivo pese a tener una sanción de seis meses sin permiso de circulación, según informaron medios británicos. Dos días después, el sudamericano marcó tres goles y dio dos asistencias.

El argentino festejó sus tantos pidiendo calma con las palmas de la mano hacia abajo, como si quisiera enmudecer las habladurías. En una entrevista con la televisión oficial del club, no se abordó el tema del coche.

"Estoy feliz, contento y agradecido a toda la gente por el apoyo que me da", dijo el atacante. "Pero lo importante es ganar, no importa quién haga los goles, lo importante es que el equipo gane e ir a Wembley", aseguró.

El delantero confía en que se repita la victoria en la final de la Copa de 2011. "Es muy importante para el equipo, para la gente. Es un año difícil para todos, jugadores y aficionados. Quedamos fuera de la Champions y estamos lejos en el campeonato. Nos queda seguir peleando por la FA Cup", añadió el delantero.

La prensa dominical inglesa adornó ayer sus crónicas tras la exhibición de Tévez ante el colista de la segunda división con metáforas automovilísticas. "Como un Porsche contra un Trabant" fue el duelo para el Independent. Según el Times, Tévez "manejó" al campeón inglés "en primera marcha" y con "el limitador de velocidad" al abultado triunfo.

Tras la marcha de su compañero de ataque Mario Balotelli, Tevez es ahora la última de las figuras caóticas preferidas de la prensa.