Se aproxima el segundo parón liguero y los equipos grandes ya moran en los puestos de privilegio. Sorprende si acaso que el Atlético (14 puntos), vigente campeón, se halle fuera de las cuatro primeras plazas y hasta que el Real Madrid (15) haya cosechado dos derrotas. Pero no que Valencia (17) y Sevilla (16), dos de los equipos mejor reforzados, secunden al Barcelona (19), líder a estas alturas como en las tres temporadas anteriores.

Los azulgrana, con la portería de Bravo inmaculada, no dan tregua. Hace un año presentaban un pleno de 21 puntos, empatados con el Atlético, hace dos calcaban los registros de hogaño y en la 11-12 eran líderes con 17 puntos.

De la cabeza de la Liga -el séptimo no tiene plaza segura para Europa pero suele acabar lográndola-, pueden sorprender Celta (12) y Villarreal (11), que vendrían a ocupar los puestos de los equipos vascos. El Athletic (4), en puestos de descenso acusa una plantilla ajustada, la baja de Ander Herrera y la disputa de la Champions. La crisis en la Real Sociedad (5), eliminada además de la Liga Europa en la previa por el Krasnodar, es más aguda. Jagoba Arrasate sólo ha perdido a Griezmann entre los futbolistas importantes, amén del guardián de la portería, pero el juego se resiente en todas las líneas. Sólo en las grandes batallas, ante Real Madrid (4-2) y Valencia (1-1) en Anoeta, se ha mostrado intenso y competitivo.

Sea como fuere, la estadística tras siete fechas dice que dos de los equipos colocados arriba se acaban cayendo. Les pasó a Sevilla y Betis en la 11-12, a Málaga y Mallorca un año después y a Valencia y Espanyol la temporada pasada. Inevitablemente, un apretón de Athletic y Real volvería las miradas hacia Celta y Villarreal, aunque el primero está fuera de Europa, lo que puede ser un plus si, además, la Copa no lo distrae.

Pero la fractura parece consolidada tras este primer sector liguero. Espanyol, Eibar, Almería y Málaga, todos hoy con 9 puntos, no parecen candidatos a la Liga Europa y sí a ganar un día, empatar otro y perder al siguiente. Justo un escalón por debajo, el Rayo es quien mejores sensaciones ofrece, el único a temer si no despierta alguno de los dos vascuences dormidos.

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En la cola es más difícil el pronóstico apresurado, máxime cuando los tres últimos clasificados, con apenas 4 puntos, arrojan una proyección de 22 a final de Liga. Pero un apretón en este nivel de la tabla, máxime en los estertores de la competición, puede ser decisivo. Ganar tres partidos o una larga racha sin hacerlo, en cualquier momento, da un vuelco inesperado a la tabla.

El Rayo, hundido el curso anterior, acabó cerca de Europa. El Betis estaba en la zona media a estas alturas. Sólo Osasuna permaneció ahí abajo, ya que el Almería también se salvó. Un año antes, huyeron el propio equipo navarro y el Espanyol, colista con 2 puntos. Bajaron Zaragoza y Mallorca, que atesoraba 11 en la séptima jornada. Los maños se habían salvado un curso atrás con un arreón postrero que hoy se investiga en los tribunales. El Villarreal cayó cuando un mes antes parecía a salvo...

Una apuesta hoy habría que basarla en sensaciones. Deportivo, Levante, Getafe, Córdoba y, en menor medida, Eibar y Almería parecen los más endebles.