Atlético Malagueño y Vélez presentan a partir de las 11:30 uno de los últimos puntos de su candidatura a una fase de ascenso que este año se vende muy cara. Ocho equipos en cuatro puntos no dan pie, en este tramo final de la competición, a ningún despiste injustificado.

Capitalinos y axárquicos acuden al derbi en posiciones contrapuestas. Los albicelestes no han ganado un partido desde hace mes y medio, sufriendo dos derrotas en sus últimos conflictos ligueros. Esta serie de resultados negativos ha mandado al filial a una octava posición inquietante, no por la distancia con la zona de play off, dos puntos, sino por la cantidad de equipos que hay en medio y, sobre todo, por la escasa confianza que despierta el juego de los pupilos de Rafa Gil. Uno de los motivos principales de este bache futbolístico es la aparición en las últimas fechas de Javi López y Portillo en las convocatorias de Muñiz, uniéndose a los habituales Iván y Toribio. La buena noticia para los albicelestes es la vuelta a la Ciudad Deportiva de la Federación Malagueña de Omar, tras cumplir un partido de sanción.

El conjunto veleño, por su parte, parece haber normalizado los conflictos administrativos y técnicos y ahora, con Juan Castro en solitario, vuelve a creer en el Grupo IV. Los triunfos ante el Huétor Tájar y el Almería B reconciliaron al Vivar Téllez con la victoria y situaron al equipo a cuatro puntos del Ciudad de Vícar, cuarto. El mayor contratiempo del Vélez es la epidemia de lesiones que asuela el vestuario axárquico. Por esta razón, no estarán en la capital Nacho Checa, Segovia, Burrezo, Fran y Palomo. Lista a la que se une el centrocampista juvenil Nacho, sancionado. Además, Benji y Tello viajan mermados físicamente.

En cuanto a los precedentes, la estadística más reciente favorece al cuadro veleño, que ha superado a su rival en sus dos últimos enfrentamientos. El choque, en el que se espera a bastantes aficionados de la Axarquía, será dirigido por el granadino Reyes Estévez.