El Unicaja sigue rodando por el peralte y no se adivina un fin a la caída. El equipo malagueño se va dejando por el camino objetivos e ilusiones y a principios de febrero lo más fascinante que queda es pelear por acceder al play off de la ACB. Matemáticamente hay opciones, las habrá durante varias semanas más, para estar en el Top 8, algo que se había convertido en un asidero para convertir una temporada mediocre en algo distinto. Pero este Unicaja, lo han demostrado el Efes y el Lokomotiv en dos semanas seguidas, no tiene el nivel de consistencia ni, admitámoslo, de calidad para llegar más lejos, la competición le ha puesto su tope. No sin Markovic, no sin Hendrix, no con un arbitraje canalla, también es verdad, enfrente. Pero no se puede seguir soñando, no hay motivos para la ilusión. No hay recursos. Ni en la pista ni en el banquillo. Hay que reconocer que el Lokomotiv tiene a un jugador absolutamente determinante como Delaney, por algo el máximo anotador de la Euroliga. Y que es más que el Unicaja. Pero al menos se demanda competir. Y no (64-82).

Era previsible un partido a pocos puntos entre dos de las mejores defensas del Euroliga, por más que no escasee el talento en un Lokomotiv que conjuga el físico americano con la batuta griega de Bartzokas, escuela de El Pireo. Tras sortear un comienzo difícil, el Unicaja, que funcionaba ofensivamente a tirones, se iba con un Kuzminskas estelar (16-10), pero perdió un par de opciones para ensanchar el hueco y  Delaney y Claver enjugaron con sendos triples (16-16 al final del primer cuarto). El valenciano es ahora un jugador rebosante de confianza, cercano a los niveles que se imaginaban cuando irrumpió hace casi una década en el Valencia. Ahora es otro tipo de jugador, un cuatro tras su paso por la NBA. Parece que el Eurobásket obró un cambio en su mentalidad. 

Dominaba el Unicaja otra vez, ya con Alberto Díaz en pista, capaz de encontrar a los compañeros liberados y también de generar alguna canasta. Y le secundaba un Dani Díez que va adquiriendo regularidad en partidos importantes. Con 30-23 en el marcador, el Unicaja dilapidó cuatro ataques para sacar más renta y, aunque en defensa mantenía solidez, la pobreza de iniciativa ante la notable defensa rusa hundía las opciones. En estas apareció el mejor anotador de la Euroliga, Malcolm Delaney. Más que aparecer, que ya estaba, elevó su nivel para meter dos triples que sólo meten los muy buenos para llevar a su equipo con ventaja al descanso (32-34).

En esas mismas coordenadas de fatigas para anotar continuó el partido. También con ese arbitraje por momentos vergonzoso de Ryzhyk, Koromilas y Petek. Una técnica tras falta en ataque de Suárez marcaba un punto de máxima indignación. Después llegó otra a Randolph. Al americnao, ex compañero de Ricky Rubio en Minnesota, le perdonaron la vida antes. Thomas enhebró seis puntos como supervivencia, pero el oxígeno empezaba a faltar en las piernas y en las cabezas de los hombres de Plaza. Pidió un tiempo muerto el catalán con 41-51. Pero Delaney, ya desatado y 21 puntos puntos al final, asestó otro golpe en forma de triple tras fintar a Alberto Díaz.  Otro triple de Singleton, en los primeros segundos de Nedovic en el partido en pista, dejaba el luminoso en 47-60 y a un equipo en un estado de descomposición peligroso.

El último cuarto fue un calvario, una pena. Una sucesión de defensas horribles y de ataques descorazonadores. La fotografía de un equipo que ha perdido el alma y el orgullo. Justo cuando menos tocaba, el proyecto ha hecho crack. Y recomponer esta situación en mitad del río es muy complicado. Los primeros pitos de la era Plaza se han escuchado. Los fantasmas que el técnico logró espantar durante más de dos años han vuelto al Carpena.

FICHA TÉCNICA.

UNICAJA: Thomas (6), Smith (2), Kuzminskas (16), Nelson (5) y Vázquez (-) --quinteto inicial--; Díaz (3), Jackson (11), Suárez (-), Dani Díez (7), Nedovic (5), Harahodzic (-) y Cooley (9).

LOKOMOTIV KUBAN: Delaney (21), Randolph (18), Claver (8), Bykov (-) y Broekhoff (8) --cinco inicial-- Singleton (11), Draper (11), Voronov (2), Balashov (-), Kolyushkin (-) y Zubkov (3).

PARCIALES: 16-16, 16-18, 15-26 y 17-22.

ÁRBITROS: Ryzhyk (UCR), Koromilas (GRE) y Petek (SLV). Eliminado por falta Bykov en el Lokomotiv.

PABELLÓN: Martín Carpena, 5.412 espectadores.