El Real Madrid se llevó un empate a un tanto en su visita al campo del Mallorca, un resultado que le supo a gloria al líder de la Liga tras sufrir muchísimo en la segunda parte. Le permite aventajar provisionalmente al Villarreal en siete puntos y al Barcelona en ocho.

El comienzo del encuentro no presagiaba en qué terminaría. El Real Madrid se desplegó muy bien y hasta con autoridad en muchos momentos. Pero la primera ocasión clara fue del Mallorca, tras una preciosa pared entre Ibagaza y Güiza que éste remató fuera cuando ya se cantaba el gol.

Sin embargo, el Real Madrid parecía tranquilo, como si confiara en su oportunidad. Y ésta llego a tres minutos del descanso, en la única intervención afortunada de Robben en todo el partido. El holandés quebró a Basinas, progresó hasta la línea de fondo y centró atrás para que Sneijder empujara a la red. Quizá era demasiado castigo para el Mallorca.

Pero si la primera mitad fue equilibrada, la segunda perteneció completamente a los locales, que perdieron una gran ocasión de llevarse un triunfo vistoso. El dominio local se acentuó a partir de los 65 minutos, cuando el Real Madrid sufrió la expulsión de Sergio Ramos al ver la segunda tarjeta amarilla.

Entonces, el líder actuó como un equipo pequeño y se replegó muy atrás. En el minuto 72, Borja Valero colocó el balón en la escuadra izquierda de Iker Casillas con un precioso toque con el interior de la pierna derecha. El Mallorca mereció más y Güiza estrelló un remate en el larguero a ocho minutos para el final.