Doble victoria la lograda ayer por el Antequera. Por una parte, los de Tello sumaron tres puntos vitales ante un equipo de mitad de tabla, el Linares, que no le dejan abandonar la zona de descenso, pero sí unirse a un quinteto de equipos separados por sólo cinco puntos. Por otro lado, el cuadro verdiblanco abre una pequeña brecha con los conjuntos que le siguen y que, a día de hoy, tienen muchas papeletas para ocupar tres de las cuatro plazas que conducen al abismo.

La televisión transmitió la señal de un partido igualado, con pocas ocasiones de peligro y jugadas para la retina y, especialmente, con demasiada lucha en el centro del campo. Los hombres de Tello eran conscientes de la importancia del envite, crucial para las opciones antequeranas en el Grupo IV, y saltaron al césped con la consigna de no capitular.

Así, la primera mitad se esfumó entre intentonas que morían en la defensa. La táctica acababa con la elegancia del juego y el frío helaba los ánimos del respetable. Pero nada más reanudarse el choque, una bonita acción verdiblanca acabó con Óscar tirado sobre el césped. El árbitro decretó penalti y el ariete local lograba el primer y único gol de la tarde con maestría. De ahí y hasta el final, los de Tello se dedicaron a amarrar el resultado. La nota negativa fue la lesión de Ríos.