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El retorno de Gist el breve

  • Mañana regresa el americano, que jugó su mejor partido con el PAO ante el Unicaja.

Mañana juega en Málaga con el Panathinaikos James Gist. El ala-pívot norteamericano aterrizó en Málaga llamado a ser un jugador de referencia, al menos eso se pretendía. Su título en el concurso de mates el día de la presentación de la Liga Endesa certificaba que tenía muelles para machacar. Tras una carrera ascendente en Europa, brilló en el Partizan, ascendió hasta el Fenerbahce y su temporada resultó algo decepcionante. Su caché descendió y permitió al Unicaja acceder a él en un pack que sonaba muy bien para cerrar la plantilla, formado también por Zoran Dragic y Kosta Perovic.

Pero resultó que Gist no casaba con la idea de Repesa y viceversa. Dos meses y medio de competición valieron para que se decidiera prescindir de él tras varios avisos. "Gist tiene que aprender que el baloncesto es un deporte de equipo. Él debe tener más hambre de la que está mostrando hasta ahora. Es una sorpresa, después de una terrible temporada en el Fenerbahçe esperaba que fuera un jugador con mucha más hambre de la que está mostrando. Ahora mismo muestra una actitud muy relajada que no me gusta", dijo Repesa en el cuarto encuentro oficial de la temporada, tras una cómoda victoria ante el Blancos de Rueda. La tensión siguió con altibajos. En Málaga, James Gist jugó 23 partidos, con unas medias de poco más de 20 minutos, 6.5 puntos (42% en tiros de dos, 25% en triples y 59% en libres), 3.9 rebotes, 0.5 tapones y 4.6 de valoración. Jugaba más de cara que de espaldas para abrir el campo y la sensación era, al mismo tiempo, que no era un jugador optimizado y que tampoco él se sentía cómodo. Gist mostraba un buen físico, pero poca inteligencia baloncestístico.

Tras una negociación rápida, vino a Málaga Andy Panko y Gist se marchó al Panathinaikos. Un novedoso traspaso al estilo NBA, sin compensación económica entre clubes, sino asumiendo el receptor la ficha del jugador, que eran parecidas en origen. En Atenas están moderadamente contentos con el cambio. "Gist nos da un talento físico muy grande", decía hace pocas semanas Argiris Pedoulakis, el técnico del Panathinaikos, que tiene en buena estima a Gist. Juega, entre la HEBA y la Euroliga, 22 minutos de media, con cifras tampoco descollantes. 7.8 puntos (49% en tiros de dos, 29% en triples y 72% en tiros libres) y 4.5 rebotes para 7.4 de valoración.

Curiosamente, o no, el mejor partido con la camiseta del Panathinaikos en 19 duelos que ha jugado lo hizo en el encuentro de ida en el OAKA. Aquel día, sumó 17 puntos (12 es su máxima anotación en cualquier otro), con tres triples matadores en el segundo tiempo. Tras dos de ellos se dirigió al banquillo del Unicaja con gestos ostensibles. "Tenía razones personales para estar muy motivado", confesó tras el partido. Después deslizó que era una apuesta con Marcus Williams, con el que trabó buena amistado. Pero sentó a cuerno quemado. El Carpena, seguramente, no le aplaudirá mañana como suele hacer con otros ex jugadores.

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