Muchas de las esperanzas de resurrección del equipo residen en la recuperación de Julio Baptista. El nuevo tope para su regreso se había fechado para finales del mes de febrero o principios de marzo. Sin embargo, se ha vuelto a postergar más. No está claro cuánto más. La culpa la tienen las últimas noticias que llegan de su recuperación. Una pequeña inflamación en la zona operada de su pie derecho ha llevado a convenir que la nueva fase de su evolución, la que le tiene que llevar a entrar en contacto con el esférico, se postergue algo más.

Hasta que dichas molestias no remitan, el brasileño tendrá que seguir trabajando en el gimnasio alejado del balón. Se trata de una dolencia sin precedentes en La Rosaleda y tras la operación no se quieren cometer errores pasados y caer en la precipitación. No se trata de una cuestión grave, pero sí que vuelve a ralentizar su regreso.

Todo había ido muy bien para la Bestia desde que fue operado por el Doctor Petr Spurek en Marbella y llevó allí las intensas sesiones de rehabilitación (día y tarde). Fueron jornadas de bastante trajín, pero también las más agradecidas en cuanto a la mejora. La prueba de fuego tenía que ser la vuelta a la carrera continua y al trabajo con balón, test definitivo para la consolidación de la recuperación. Esta situación no tendrá lugar hasta que, pasados unos días de prudencia, los servicios médicos vean cómo va respondiendo la inflamación.

Dadas las incógnitas de este nuevo estadio de la dolencia, no habrá más plazos fijados. Julio Baptista arde en deseos de trabajar con balón cuanto antes pero los médicos le aconsejan que piense a largo plazo. La Bestia volverá a jugar cuando se sienta al cien por cien y evite así riesgos de recaída que pudieran convertir la fractura del sesamoideo externo en una lesión crónica. Eso sí, el final de Liga en mayo invita a pensar en que no podrá disfrutar de tantas jornadas como a él le gustaría.

Por su parte, Joaquín seguirá incrementando el nivel de trabajo en la vuelta al trabajo con los compañeros hoy después de la jornada de descanso concedida por Pellegrini ayer.