Joan Plaza vaticinaba antes del triple viaje a Barcelona, Madrid y El Pireo que los enfrentamientos ante tres de los gigantes. "Los próximos partidos, contra rivales muy duros, nos van a poner en nuestro sitio, nos van a dar una dimensión real", aseguraba para rebajar la euforia tras un triunfo ante el Gran Canaria que virtualmente aseguraba ser cabeza de serie en la Copa y que rubricaba su mejor racha de triunfos al frente del equipo malagueño, con cinco de manera consecutiva. Y así ha sido.

Medirse a domicilio a tres transatlánticos ha permitido tener una fotografía más fidedigna de la situación en la que está el Unicaja. Era muy previsible cosechar tres derrotas, pero el ritmo descendente en los rendimientos ha propiciado que se vuelva al suelo tras la ilusión que se generó con esas cinco victorias. "A por la Copa, oé", despidió el público del Carpena a su equipo en el último partido antes del torneo del KO en casa, antes de esta gira de cuatro partidos que mañana tendrá su corolario en el Palacio de los Deportes de Madrid ante el Estudiantes.

El equipo se ejercitó ayer por la la tarde en el Pabellón Magariños, la casa del Estudiantes, como lo hará esta mañana a las 13:00 horas en el mismo escenario. Le tocará a Joan Plaza decidir si continúa con los 12 jugadores que se vistieron en El Pireo o realiza algún movimiento para que Alberto Díaz tenga minutos en la posición de base. Sería descartar a Vidal según la secuencia que se seguía hasta ahora. Aunque el Olympiacos no es la vara de medir para sentenciar algo, al de Badalona no se le vio cómodo a la hora de subir el balón en ese partido en El Pireo y el equipo se resintió. Toca a Plaza decidir si continúa con esa solución de urgencia en el último partido antes de la Copa del Rey.

Pese a esa tendencia, en el equipo sigue primando el buen ánimo cara a la cita copera. Aunque no sería bueno llegar a ella con cuatro derrotas consecutivas. La pista del Estudiantes será mañana una buena plaza donde rascar algo.