Sebastián Fernández es uno de esos personajes que brillan por encima de sus compañeros a la hora de expresarse. Más que por su soltura al hablar, que también la posee, porque es de los que no se arrugan a la hora de nombrar las cosas por su nombre. Es, ante los micrófonos, como en el terreno de juego, una persona que no se esconde.

Fiel a su estilo es capaz de explicar la situación del Málaga, de cuya última victoria en Liga hoy se cumplen dos meses. Pero lo hace analizando todas sus vertientes, ya sean positivas o negativas. "Seguimos estando muy cerca de los puestos europeos, pero tenemos que saber que hay que sacar puntos desde ya", explicó el uruguayo en su conferencia de prensa de ayer.

Para llegar a esta situación, el uruguayo tiene claro qué es lo que ha ocurrido antes. Si Rondón hizo esta semana su balance particular de la primera vuelta dando un cinco a modo de calificación, su compañero en el ataque blanquiazul prefirió hacerlo desde otro punto de vista: "Empezamos el campeonato bien, en los puestos donde queríamos estar, pero el último tercio de la primera vuelta no salió como queríamos y ahora trabajamos para cambiar la situación. Nosotros nos encontramos tranquilos y con ganas para lograrlo".

Pocos encuentros más motivantes para un malaguista que el de mañana ante el Sevilla. En este sentido, bien se podía decir lo mismo del choque del domingo anterior ante el Barça, aunque ahora se espera desde el vestuario que el resultado sea bien diferente. "Un derbi es lo más bonito para un jugador, al menos para mí. Me gusta jugarlos. En Andalucía las gradas tienen mucho color y la gente en la calle te hace sentir lo importante que son estos partidos y, como decía un entrenador que tuve, 'el derbi es un partido que tenemos que regalar a la gente' [Falcioni, hoy en Boca Juniors] y eso buscamos", dijo el charrúa, quien insistió: "Lo inmediato y fundamental ahora es ganar el próximo derbi".