El Unicaja se baja del avión, en su defecto del AVE, en las próximas tres semanas. El calendario y la lamentada ausencia en la Copa de Bilbao propician que el equipo entrenado por Aíto García Reneses no tenga ningún desplazamiento a la vista hasta el 25 de febrero, cuando se debe desplazar a Kaunas. Según confirmó el club ayer, vía chárter. El último día del mes, el 28 de febrero, toca visitar al Murcia. Serán los dos únicos desplazamientos en el mes más corto del año.

La secuencia de partidos es la siguiente. Mañana llega el Asecco Prokom (20:45, Canal Sur 2), el próximo sábado 6 (19:00), en encuentro de ACB, el Lagun Aro, el miércoles 10, otra vez en Euroliga, rinde visita el Zalgiris y el domingo 14 el Cajasol, antes de que se abra el paréntesis por la celebración de la Copa del Rey. No estará allí el Unicaja y habrá 11 días sin encuentros. Aún no se ha decidido cuál será el plan a seguir, cuál será el descanso otorgado e, incluso, se baraja la posibilidad de jugar algún amistoso porque a estas alturas de la temporada 11 días sin encuentros pueden ser demasiados.

Tiempo, pues, para afinar en los entrenamientos, limar los errores recurrentes del equipo y acelerar la adaptación de los recién llegados, Dixon y Dowdell. También para trabajar el aspecto físico y cargar las pilas antes del tramo decisivo de la temporada. Y para que Saúl Blanco y Joe Gomis, en el tramo final de sus recuperaciones, se integren de nuevo en la dinámica del equipo.

También es un arma de doble filo. La afición no está contenta y cuatro sesiones consecutivas pueden tener efectos diversos. Y es que preocupa en el club que, con tres jornadas ya disputadas de la segunda vuelta, el equipo esté de nuevo fuera de la zona play off. El balance (9-11) sigue siendo negativo y para no pasar agobios y sacar la calculadora hay que tenerlo positivo para jugar las eliminatorias por el título. Ver por delante al Blancos de Rueda Valladolid o marchar empatado con el Suzuki Manresa puede comprenderse en los albores de la temporada, no ya pasado el ecuador. Quedan 14 jornadas por disputar y habría que ganar nueve encuentros para acabar en balance positivo. Vista la fiabilidad del equipo a día de hoy, es una apuesta de riesgo.

Aíto sigue con su discurso de mejorar día a día, aunque da síntomas de desesperación porque sus mensajes no calan en una plantilla que repite de manera contumaz los errores de principios de temporada. Escoció la derrota en Madrid, no por previsible, sino por la forma, con un último cuarto descorazonador. Una película observada ya demasiadas veces, que cansa dentro y fuera del club.