Balonmano l Copa de Andalucía

El sur es dominio del Antequera

  • Los de Ortega vencieron al Pozoblanco y se hacen con su cuarto título consecutivo

El e-gim Antequera logró ayer, por cuarta temporada consecutiva, el título de campeón de Andalucía al derrotar en el Fernando Argüelles al Prasa Pozoblanco (33-27). Una victoria incontestable de los malagueños, que dominaron el marcador de principio a fin y que tuvieron en Chispi, con 9 tantos, a su hombre más destacado en el parqué. Además, las diferencias existentes entre los de Antonio Carlos Ortega y los cordobeses son todavía muy grandes, las que corresponden entre un conjunto Asobal y uno de la segunda categoría nacional. Aunque ostenta el honor de ser el segundo referente del balonmano andaluz, el Pozoblanco no pudo inclinar la balanza a su favor ni con la aportación de Espigol, máximo goleador del partido con diez tantos.

Y eso que en la mente de todos los espectadores se mantenía reciente el último encuentro disputado entre ambos, el pasado jueves en Coín, que se saldó a favor del Antequera con cierto sufrimiento final y una ventaja tan sólo de dos goles (28-26).

Los de Ortega supieron llevar el partido a su terreno nada más saltar a la pista. Sin llegar a tomar grandes ventajas, el Antequera se apoyó en la solidez defensiva para marcar el ritmo de su juego. De hecho, Lamariano, influenciado por la notable actuación de la defensa, fue nombrado a la postre mejor portero de la final.

Una de las primeras sorpresas fue ver a Vujovic a muy buen nivel, en clara línea ascendente. En ataque, Chispi cogió la batuta para marcar la diferencia y que los de El Torcal llegaran al descanso con el partido muy encarrilado (16-12). También cabe destacar el buen nivel de los jugadores suplentes durante las rotaciones, que ayudaron a mantener un ritmo constante que el Pozoblanco no supo contrarrestar.

Tras el periodo de descanso, no hubo variación en la tónica general de los primeros 30 minutos, aumentando incluso la superioridad local. El Pozoblanco, sin embargo, no dio en ningún momento la espalda al encuentro, aunque con más coraje y garra que con argumentos deportivos.

Ortega, por su parte, mantuvo la política de rotaciones en el parqué y abusó de su mayor profundidad en el banquillo, aspecto que anuló nuevamente el ímpetu visitante. A diez minutos para el final, Ortega dio entrada a varios jugadores de la cantera, en un gesto a los jóvenes valores del club.

Finalmente, todo se quedó en el Argüelles. La Copa de campeón, el trofeo al mejor portero (Lamariano) y al mejor jugador (Chispi).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios