Fútbol l Liga BBVA

La tediosa costumbre de ganar

  • El Madrid se impone sin sobresaltos al Espanyol para seguir a 5 puntos del líder

El Real Madrid despachó, a modo de trámite, la visita del Espanyol, empujado por la solidez constatada como local y bendecido por las penurias de su adversario, distante de los objetivos blancos, que dejaron la situación pendiente del devenir, a la espera de un error del Barcelona para limar la distancia con el liderato.

El triunfo ante el Espanyol, gestado con goles de Sergio Ramos, Kaká e Higuaín, mantiene a cinco puntos de distancia el primer puesto. Una sesión más consumida y las expectativas madridistas pospuestas para el futuro.

Pellegrini repitió el once que terminó con la maldición de Riazor. A pesar del alta de futbolistas tan notables como Higuaín o Lass Diarra, el chileno mantuvo el equipo de la última sesión. Incluido Raúl, que repitió titularidad. El Real Madrid se aseguró la posesión de la pelota. Se hizo dominador. Ayudado por la languidez de un adversario plagado de ausencias que pronto asumió su inferioridad. Más fácil resultó la tarea con el viento a favor. Generado por el gol logrado a los cinco minutos. Cuando una falta lateral lanzada por Granero fue rematada por Sergio Ramos.

El Madrid inclinó el campo definitivamente hacia la meta de Kameni. El sevillano pudo ampliar la renta con un remate calcado al anterior. Los partidos del Bernabéu se han convertido en un bálsamo para el cuadro blanco. El fortín generado en el recinto madridista es un pilar básico en la cacería emprendida contra el liderato que ostenta el Barça. No ha volado ningún punto de Chamartín.

La visita del Espanyol, además, palió parte de la ansiedad que padecía Kaká. El gol que tanto ha buscado apareció a un cuarto de hora del intermedio. Estuvo atento a un remate de cabeza de Raúl, a centro, de nuevo, de Granero, que rechazó Kameni. El brasileño no desperdició la oportunidad para saldar la deuda consigo mismo y sumar su cuarta diana. No fue aliado de Raúl el premio. Kameni desbarató las ocasiones en las que buscó los tres palos. Con la testa. Otro más lanzó fuera con el pie.

Pochettino buscó soluciones en su banquillo. Y al inicio de la segunda mitad dio entrada a Iván Alonso y la decisión estuvo a punto de darle la razón. El atacante tuvo la ocasión más clara de los visitantes. Pero Casillas desbarató con el pie su remate. Fue ficticio. El Espanyol careció de capacidad de reacción y la dinámica devolvió el dominio al equipo blanco. La rutina y los cambios ralentizaron el ritmo. Aunque las ocasiones llegaron. Kaká lanzó al palo en el ecuador del período. El sosiego permitió a Pellegrini repartir minutos, entre otros a Higuaín, que tendría tiempo para marcar su gol. Fue en el último minuto. Para redondear el triunfo y reengancharse a la carrera como máximo goleador.

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