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"Me temblaban las piernas"

  • Emocionado Berni describe como "algo inexplicable, increíble" el espontáneo reconocimiento del Carpena en su vuelta Balance "Los últimos 14 años han sido muy bonitos, estos dos minutos lo resumen", aseguraba

Las emociones se puede contener, pero no eliminar. Y, aunque se había mentalizado durante mucho tiempo para el partido de ayer, Berni acabó derrumbado. El recibimiento del Carpena superó todas sus expectativas. Berni es el Unicaja y su camiseta con el número 5 colgará del Palacio cuando deje el baloncesto. Su padre, Bernardo, sigue trabajando en la cantera del Unicaja, ayer por la mañana contemplaba en Coín al equipo junior. Él lo prefirió así, evitar ese trago antes de un partido. Pero el homenaje espontáneo del medio lleno Carpena fue directo al corazón y le rebasó, no podía ser de otra forma. Era complicado no conmoverse con el atronar de las palmas, el minuto de ovación cerrada, la gente puesta en pie, "Berni, Berni". Un témpano se hubiera derretido allí abajo en el parqué.

"Al final sentí otras cosas porque estaba triste por el partido. Pero al principio ha sido increíble. Si intento explicarlo con palabras no sería fiel a lo que sentí. Reconozco que me temblaban las piernas en la presentación. Y al final, igual. Un momento inolvidable", decía Berni en el túnel de vestuarios del Carpena, en el que tantas veces dio la cara, en buenos y malos momentos, como jugador del Unicaja. Así acabó su atípico viaje a Málaga: "Ha sido muy bonito. Ha sido una semana, dos meses, difícil. Esperaba que llegara este momento y ha superado con creces las expectativas que podía tener. El público ha sido increíble... Estoy muy agradecido, ha sido muy bonito, como bonito han sido los últimos 14 años, que se resumen en estos dos minutos".

Le correspondía numéricamente, Berni fue el último jugador en ser presentado en el UCAM Murcia. El eterno capitán es hoy una de las bases en las que se sustenta el UCAM Murcia, que ha tenido un buen comienzo de campaña con buenas cifras del malagueño. Pero ayer fue un choque distinto. No fue un buen Berni sobre la pista, con un sabor agridulce por lo que había vivido y por la derrota. Se impondrá en el tiempo esa ovación que no se acababa. Berni jugó 27 minutos y 50 segundos con el 41 a su espalda. Explicaba que era un guiño a Marcus Brown, que lo eligió cuando él no le cedió el 5 que el americano le pedía, incluso se lo compraba. No anotó y sus cifras fueron malas. Pero el partido se olvidará, la ovación, no.

"Desde que fiché por Murcia tenía asumido que llegaría este momento", incidía Berni: "Te intentas preparar, pero mentalmente es muy difícil. Cuando he llegado a un hotel en Málaga, era la primera vez que dormía en un hotel malagueño, todo era muy raro. Vienes a entrenar y entras en un vestuario que jamás había estado después de tantos años aquí... Te intentas aislar, pero es complicado. Esto es muy difícil, era una situación con sentimientos encontrados, muchos, y es complicado explicarlo. Después de tantos años aquí ver que la gente te quiere tanto es inexplicable. No quería venir con nada en la cabeza, lo he dado todo por este equipo, igual que ahora lo estoy haciendo en Murcia. El Carpena siempre recibe bien a sus ex jugadores, pero esto...".

A Berni se le bromeaba con el hecho de que fuera la ovación más larga que le hubieran dado en Málaga nunca. "He tenido la suerte de disfrutar en algunos momentos muy bonitos, igual un reconocimiento tan individual como éste no. Llevo dos meses metiendo las lágrimas dentro para que no salieran. Me temblaban las piernas", decía, al tiempo que valoraba al victorioso rival de ayer: "Me parece un equipo sobre el papel muy bueno, pero ha sufrido un cambio muy grande y es normal que tengo un poco de irregularidad. Cuanto pasen meses irán mejorando, seguro que irá bien". Era el remata a un partido muy prescindible para él, pero a una jornada inolvidable.

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