antonio carlos ortega. seleccionador nacional de japón

"Nunca trabajé con tantos medios como con Japón"

  • El mejor balonmanista malagueño de la historia acumula experiencias y dirigirá a Japón en el próximo Mundial

  • Realiza la preparación entre Fuengirola y Málaga y hace balance de su experiencia en el extranjero

"Nunca trabajé con tantos medios como con Japón"

"Nunca trabajé con tantos medios como con Japón"

Antonio Carlos Ortega Pérez (Málaga, 1971) prepara en su tierra natal el Campeonato del Mundo de balonmano, que se juega en enero en Francia. Lo hace como seleccionador nacional de Japón. Una aventura que compatibiliza con la de dirigir al Kölding de Dinamarca, con el que marcha séptimo en la Liga, clasificado para la Final Four de la Copa y vivo en la Copa EHF. Uno de los mejores deportistas malagueños de la historia se expresa con la misma naturalidad de siempre, encantado de trabajar en su casa, a la que anhelaría algún día volver con un equipo en Asobal...

-¿Cómo está viviendo la experiencia de hacerse cargo de la Selección de Japón? ¿Ha cambiado algo?

-Bien, muy bien. Trabajar con esta gente es un gusto. Son superdisciplinados y dispuestos. Lo que le eches lo hacen. Si le pides cinco horas, cinco horas están sin rechistar, lo que haga falta. Se dispone de medios que muchos clubes de Europa no tienen. Nunca he trabajado con tantos medios como aquí, ni materiales ni de personal. Este es mi último campeonato con ellos, pero quiero despedirme de la mejor forma. El grupo es difícil, pero queremos darlo todo. Hay mucha motivación porque Japón no suele llegar a los Mundiales.

-¿Por qué deja el cargo?

-Ellos buscaban un entrenador para el ciclo olímpico completo que acaba con sus Juegos en Tokyo. Querían un entrenador a full time y yo no podía. Ya nombraron a Dagur Sigurdsson, el islandés que dirigió a la selección alemana.

-¿Cómo es el balonmano japonés?

-Es un balonmano más rápido. El problema básico que tienen es la antropometría, no pueden competir con equipos europeos con 20 kilos y 20 centímetros más en cada posición. Pero no son nada malos técnica y tácticamente. Tenemos que imprimir rapidez y provocar con una defensa cerrada y muy agresiva fuera o abierta y provocando aún más. Que los partidos sean rápidos y a ver donde llegamos.

-El grupo parece muy complicado.

-Tenemos que darlo todo. Están Rusia, Brasil, Francia, Noruega y Polonia. Es harto complicado. Es fácil de jugar, porque poco que perder y mucho que ganar. Seguramente esos equipos no van a estar muy motivados ante nosotros y podemos tener una oportunidad, a ver si podemos equilibrar los partidos.

-¿Cómo surgió la oportunidad de venir a casa a trabajar?

-Ir a Japón era una tontería, porque teníamos que volver después a Europa para jugar en Francia el Mundial y era mejor adaptarse ya y pasar el jet lag. Cuando me dieron la opción, porque no tenían muchos contactos en Europa, de elegir pues pensé en Málaga, que es un sitio ideal.

-¿Cómo es compatibilizar un banquillo de club y otro de selección?

-Alternar dos cargos es un gran desgaste. Es cansado, este verano va a ser sabático. Sobre todo con Japón tuve muchísima ayuda, el seguimiento de los jugadores te lo dan muy mascado, pero hay muchas cosas que seguir. Tengo un segundo entrenador que es húngaro, lo conocí en Budapest, y que habla japonés perfectamente.

-Estuvo dos años y medio en el Veszprem húngaro y ahora está en el Kölding danés.

-Cuando acabe ya nos centraremos en el club. Me incorporo al equipo rápidamente, tenemos a la semana del Mundial la Final Four de Copa. La vida está muy bien, en Dinamarca todo está pensado para el bienestar y facilidad familiar. Kolding está lejos de Copenhague. Es una ciudad pequeñita, pero la calidad de vida es muy alta, es muy segura. Mis niños están aprendiendo lenguas, para la familia está suponiendo una experiencia increíble vivir fuera. Pero echo de menos mi tierra, el clima, la cañita... Todo es muchísimo más caro allí.

-¿Cómo ve la Asobal desde lejos?

-Intenta sobrevivir, del cuarto para abajo la Liga es muy competitiva, pero el nivel es más bajo que en otros países. Ojalá cambie la dinámica, pero no se ve fácil desde la distancia. Al 95% de los entrenadores y jugadores que estamos fuera nos gustaría volver, sin duda.

-El Barcelona, que fue su club y en el que lo ganó todo, lleva más de 100 victorias seguidas.

-Lo dice todo, la diferencia es grande y mantener el nivel es muy difícil. Tiene mucho mérito, pero dice también cómo es el nivel de la Liga. Los grandes jugadores se han ido, no hay sponsors y buenos presupuestos y los jugadores buscan clubes donde los emolumentos sean mayores. Los equipos profesionales son muy pocos en España. Y los grandes jugadores se van o no vienen.

-Nunca deja de estar en contacto con el balonmano malagueño. ¿Cómo ve la temporada de los equipos?

-El Antequera va invicto en Primera Estatal y el Maristas aspira a quedarse. Está siendo una buena temporada. Lo normal es que el Antequera suba y compita en la División de Honor B el año que viene. Ojalá haya el día de mañana un equipo en Asobal. Es lo que todos querríamos.

-¿Lo ve posible?

-Dependerá de lo que hablamos siempre, todo es el dinero. Es el talón de Aquiles, el problema que ha habido siempre. Por calidad, seguro, en Málaga siguen saliendo jugadores para hacer una base de equipo de élite.

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