Era 1 de septiembre y como no, el director deportivo malaguista, en este caso Francesc Arnau, tenía que hacer balance de uno de los mercados veraniegos más tranquilos que se le recuerdan al club de Martiricos. Nueve fichajes y algunas bajas esperadas. Ningún traspaso doloroso, tras la permanencia de Camacho. Él fue el tema central de la comparecencia: "La semana pasada recibimos una oferta del West Brom. El jugador nos pidió que la valoremos. Les remitimos la cláusula. A partir de ahí, no ha habido más ofertas".

"Camacho se ha mostrado como un profesional, ha demostrado que quiere a este club y ha seguido todos los pasos adecuados para llegar a buen puerto. Es nuestra bandera en el campo, hace crecer a los compañeros que están a su lado", expresaba el catalán sobre la actitud del maño en las últimas horas del mercado. Esta no operación hace al club "recobrar sus derechos. Nos hace fuertes el poder no venderlo y valorar las opciones. El club económicamente está estable. Hay muchos aspectos que demuestran la viabilidad del club. La de Camacho es una, la de Keko y Michael Santos es otra. Somos el único club que no ha vendido en este mercado. Hay que valorar mucho el esfuerzo que hemos hecho este año. El club se consolida".

"El míster tiene recursos suficientes para afrontar la temporada", afirmaba un Arnau que, por motivos económicos, no pudo traer el delantero que añoraba Juande. La realidad es esa, con la plantilla que tiene el Málaga, el técnico de Pedro Muñoz no debe obcecarse en la pataleta del delantero. Sandro, Charles, Nesyri y Santos cubren esa parcela. Sobre este último, y la poca confianza que goza por parte de Juande, Arnau añadió: "A Santos le está costando más adaptarse. Él tiene que convencer al míster, es el que decide".

Tras este mercado, la dirección deportiva se tomará un respiro en su trabajo pero pronto se pondrá en marcha la planificación para el próximo mercado invernal. Estos últimos días, pese a las escasas operaciones, desgastan. Sobre todo con revuelos como los del caso Isco, que Arnau resolvió rápido: "Todo esto ha venido más desde Madrid que desde Málaga. Todos sabéis el cariño que le tenemos. Es como un niño nuestro y siempre tendrá las puertas abiertas".

Lo de Isco fue irreal pero lo que si gozó de veracidad fueron las dos ofertas que llegaron a las oficinas del club. La del ya mencionado Ignacio Camacho, y por el venezolano Roberto Rosales, que Arnau matizó: "Tuvo una oferta del Rubin Kazan antes de que saliera Ochoa, pero los ucranianos cristalizaron la oferta de otro lateral y no la nuestra".

Sobre la última adquisición, Denys Boyko, Arnau confirmó las condiciones de su préstamo: "Viene con una opción de compra que viene publicada en Turquía [medios como Hurriyet o Milliyet la cifran en 6.000.000 de euros] y con la que firmaría cuatro años. No hay ninguna cláusula". Además negó que tuviera que jugar determinados partidos bajo penalización: "No hay cláusula, es una cesión pura y dura de un año, sin ningún condicionante extra".

Sobre las salidas, Arnau fue escueto. La marcha de Cifu al Girona la tildó de "cuestión deportiva. Aquí no tiene sitio y fuera puede tener hueco". La situación de Tigha parece estar abocada a un final lejos de La Rosaleda: "Es muy fácil, ha tenido dos cesiones. Se pagó un traspaso por él y ahora el Vitesse tiene una opción de compra por él. Le hemos intentado ayudar siempre". Sobre los canteranos que se han ido, desea ver evolución en Deco y Alberto. Sobre Jaime Moreno, afirmó que la Cultural tiene una opción de compra para hacerse con sus servicios al final de la temporada.

Por último, Europa. Juande apuntó a ella en su presentación, al igual que algunos jugadores, y Arnau lo hizo a su manera: "El derecho para llegar a Europa hay que ganárselo. Es un equipo sin techo que tendrá que ganárselo partido a partido. Tendremos que luchar por esos puestos. No es el momento de hablar de Europa, toca hablar en el campo y sumar de tres en tres".