El Unicaja ha bajado un punto en las últimas semanas, aún dista de alcanzar la cuadratura, pero le basta para doblegar a equipos de potencial menor. Lo que puede entenderse como una flaqueza es una virtud. Con su referencia interior fuera, Caner-Medley, y la  exterior aún desengrasando, Ryan Toolson, acumular triunfos mientras Plaza conoce a la plantilla y viceversa. Siempre que se tenga presente que hay margen de crecimiento por delante. El triunfo (81-72) ante el UCAM Murcia fue el de la persistencia y la constancia, con un punto de trabajo oscuro y sórdido y con ausencia de brillantez. Si alguien simboliza esos valores en la plantilla cajista es Carlos Suárez, que completó un partidazo (18 puntos y ocho rebotes), con canastas en momentos del tercer cuarto en  que UCAM apretaba, con decisión, sin rehuir la responsabilidad y sin que le fallara errar dos triples seguidos. La senda escrita que tenía era continuar los pasos de Carlos Jiménez. Lo de ayer no será la costumbre, pero sí da lustre con los números a su trabajo el equipo lo agradecerá sobremanera. Porque, bien es asumido, el Unicaja es más rodillo que pincel, más nervio que talento.

Como de bien nacidos es ser agradecidos, el Carpena no olvida a Berni Rodríguez y le dedicó una ovación de más de un minuto al eterno capitán, convaleciente de un fuerte esguince de tobillo que le tendrá hasta diciembre sin jugar. El Unicaja salió a pista con cierta laxitud, permitió 23 puntos en el primer cuarto. Los equipos empiezan a calar en cierta forma a los de Plaza y saben que hay que cuidar del balance defensivo para obturar las principales vías de peligro. La clarividencia de los bases en el ataque estático también es guadianesca, no es constante, viene y se va. Granger percute y divide por  fuerza. Calloway seguía en esa línea plana que le caracteriza desde los últimos meses de la temporada pasada, aunque cambiara de cara y sonriera en la segunda mitad. Pero se echa en falta algún progreso más en el juego colectivo en estático, algo que, evidentemente, no les corresponde sólo a ellos, es un problema coral.

En cuanto el Unicaja dejó de anotar con fluidez, un Murcia no sobrado de talento pero con algunas piezas peligrosas se colocó por delante (18-23 al final del primer cuarto). Y ahí anduvo hasta el descanso (33-35) pese a anotar sólo 12 puntos, todos en los últimos cinco minutos finales. Cinco minutos de sequía que el Unicaja aprovechó para puntualmente ponerse por delante en el marcador, pero no para cambiar el aire del duelo, que bajó de anotación, pero no de tendencia. Toolson, por cierto, salió de titular. A los cuatro segundos ya había metido dos puntos. Más tarde, otra canasta en contraataque y dos tiros libres. Aún le falta, lógicamente, rodaje y automatismos con sus compañeros. Pero después aparecería de manera puntual y muy oportuna.

Como si hubiera bajado las revoluciones en la última semana, al Unicaja le costaba imponer ese ritmo de crucero con el que el arranque de competición demolía a los rivales a partir del segundo cuarto. Es cierto que los cambios de roles que implican la salida de Caner-Medley y la entrada de Toolson hay que digerirlos. También que el vaivén de viajes iguala las fuerzas. Pero la misma excusa puede emplear el rival, ayer con dos juniors en el equipo (curiosa circunstancia el debut de Juan y Carlos Toledo, hermanos, con 18 y 17 años el mismo día) y con un jugador capital como Berni vestido de paisano. Y con su base titular, Rodrigo San Miguel, lesionado desde comienzos del tercer cuarto. Había causado problemas en el primer tiempo. Quintana acabó por prescindir de Miki Servera, que tras abandonar el Unicaja tampoco ha adquirido la madurez (tiene sólo 21 años) para ser importante en la ACB, y jugó con Grimau de base. Seguramente las ganas le pedirían que Berni hiciera ese papel.

Con un Calloway mejorado y Suárez en plan jefe, el Unicaja sí cambió tras el descanso la tendencia. Llegó a marcharse hasta por nueve puntos (51-42), pero los temerarios lanzamientos de Wood o los triples liberados de Ben Romdhane conferían oxígeno a los murcianos. Se enganchó conforme pasaban los minutos el muy interesante ala-pívot francés Kim Tillie, que acabó quitándole minutos a Lima y Antelo. Lima, ocho puntos y ocho rebotes, parece más fuerte aún pero le sigue faltando se proceso de refinamiento técnico para ser un jugador diferencial. En Murcia es muy importante, no obstante, y tiene más minutos para expresarse.

En la segunda mitad, Plaza quitó a Domas Sabonis, que estaba mejor cuando simplemente le hacía los relevos a Caner-Medley, de la rotación y varió muchos a sus interiores, con unos minutos de simultaneidad en cancha de Suárez y Kuzminskas. Stimac, Fran y Hettsheimeir iban y salían del banquillo. Plaza igual buscaba piernas frescas o no le gustaba lo que veía. El Unicaja conseguía ir a la línea de tiro libre con bastante frecuencia (25 veces por 10 del Murcia) y ése era un buen colchón para ir sumando. Es parte de la estrategia de Plaza ante la falta de tino en el triple, ayer mejorada (10/22).

El solomillo del partido estaba a falta de dos minutos por dilucidar. El Unicaja estiraba pero no se iba. Y Tillie reducía la renta a tres (73-70) a falta de minuto y medio. Y ahí, en una esquina, permanecía Ryan Toolson esperando el balón que debía hacerle sentir de nuevo el killer de un equipo. A falta de 1:14 metió un triple que fue la morfina definitiva para el UCAM Murcia. Otra victoria para el saco. Queda trabajo, pero se lleva mejor con triunfos.

Ficha técnica:

81 - Unicaja (18+15+20+28): Granger (10), Toolson (11), Suárez (18) Hettsheimeir (7), Stimac (4)- cinco inicial- Vázquez (7), Sabonis (2), Calloway (6), Kuzminskas (6), Vidal (3), Nguirane (0) y Dragic (7).

72 - UCAM Murcia (23+12+12+25): San Miguel (7), Davis (7), Antelo (5), Wood (18), Lima (8) - cinco inicial- Servera (0), Grimau (4), Tillie (14), Toledo (0) y Romdhane (9).

Árbitros: Conde, Martínez Fernández y Pérez Niz. Señalizaron falta técnica al banquillo del UCAM Murcia por protestar en el minuto 7.

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 6.000 espectadores.