No está siendo una temporada tan brillante como las anteriores. Sin la columna vertebral de los éxitos de antaño, ahora en la ACB, y condicionado por la colaboración de dos de sus mejores jugadores (Rafa Freire y Augusto Lima) con el primer equipo, el Instituto Fertilidad Clínicas Rincón pelea ahora en otra guerra. Paco Aurioles hace malabarismos para sacar lo máximo de un grupo aún más joven e inexperto y, a la vez, asegurar la presencia del filial cajista en la segunda categoría del baloncesto español la próxima temporada. En ambos aspectos puede estar tranquilo. Es difícil sacar mayor rendimiento. Y la permanencia, tras la victoria de ayer, está bastante encarrilada.

Y es que el triunfo de ayer sobre el Tarragona deja la zona de descenso a tres victorias más el average particular con el equipo catalán ganado a falta de 12 jornadas. Un margen suficiente como para seguir trabajando sin agobios.

Sin embargo, a los malagueños les costó meterse en el choque. El cambio de decorado (el Martín Carpena por el pabellón de Torre de Benagalbón) y el frío ambiente que se vivió en los primeros minutos no ayudó demasiado. Ninguno de los dos equipos jugaba como local. El 7-2 del inicio fue rápidamente neutralizado por el conjunto tarraconense, que alcanzó su techo en el minuto 17 tras endosar un parcial de 2-14 que anulaba un prometedor 24-16 y le otorgaba su máxima renta del partido (26-30). Pero con el paso de los minutos fue apareciendo el factor campo.

Con unas gradas más pobladas, el Clínicas se sintió mucho más a gusto en la segunda mitad. Parcial de 12-2 nada más volver de vestuarios para poner tierra de por medio (53-41) y establecer una velocidad de crucero que ya fue inalcanzable para su rival. Sus 27 puntos (cuatro triples) en el tercer parcial marcaron el terreno. Desequilibrante Sinanovic (14 puntos, 10 rebotes y 7 tapones), cuya progresión en el filial es evidente, y decisivo Carlos Cobos (20 puntos y 3 asistencias), autor de la jugada más espectacular del partido.