El marchador Paquillo Fernández, suspendido cautelarmente por la Federación Española de Atletismo tras reconocer que ha estado en posesión de sustancias prohibidas, ha afirmado que está pasando "un calvario" pero que espera "competir en los Juegos de Londres 2012 con todas las garantías".

El atleta andaluz explicó ayer en conferencia de prensa que las cosas "se tienen que hacer bien" y ha reconocido que él no lo hizo, por lo que se ha mostrado "arrepentido" y dispuesto a "pagar" su castigo, aunque está "molesto porque se han dicho muchas barbaridades".

Lo que le preocupa es que algunos patrocinadores le puedan dar la espalda y no opinó sobre su posible sanción. "Será lo que diga la ley", afirmó el marchador, que está contando con "el apoyo de familia y amigos en estos momentos tan difíciles".

El marchador ha comparecido hoy por primera vez ante los medios después de que se viera implicado en la Operación Grial, llevada a cabo el pasado noviembre por la Guardia Civil, que detuvo a once personas implicadas en una trama de dopaje y encontró sustancias prohibidas en el domicilio particular del atleta en la localidad de Guadix (Granada).

El atleta justificó la tenencia de productos dopantes porque pensaba "que se podría llegar más lejos, pero evidentemente me he equivocado. "Cuando no te va bien crees que te pueden ayudar", aseveró.