Abengoa detuvo ayer la sangría bursátil tras la conferencia con analistas celebrada por el consejero delegado de la compañía, Manuel Sánchez Ortega, y la directora de Relación con Inversores y Mercados de Capitales, Bárbara Zubiría, coincidiendo con la apertura de la Bolsa de Madrid. La compañía se reafirmó en sus previsiones de negocio para 2014, aunque se comprometió a seguir una nueva hoja de ruta para reducir su apalancamiento y a destinar 601 millones de euros de su liquidez disponible a la recompra de algunos bonos. Además, desveló que su endeudamiento bruto al cierre del tercer trimestre ascendía a 13.445 millones de euros, un 5% más que en el segundo trimestre y un 28% más que a fecha del 30 de septiembre de 2013.

Al cierre de la sesión, las acciones B de la multinacional andaluza, que cotizan en el Íbex 35, repuntaron un 22,5%, hasta los 1,83 euros, aunque todavía están lejos de los 2,89 euros a los que cotizaban el pasado miércoles. Se negociaron más de 85 millones de títulos, siete veces más que la media diaria de 2014, por un importe de 150,3 millones de euros. Las acciones A, que ofrecen cien derechos de voto frente al único voto de los títulos B y cotizan en el Mercado Continuo, siguieron una tendencia similar y remontaron un 20,3%, cerrando en 2,31 euros. La capitalización bursátil ascendió a 1.488 millones.

"Voy a dejarlo claro. No voy a dar la impresión de que no ha ocurrido nada porque se han producido importantes acontecimientos en los últimos cuatro días que han tenido un impacto en la compañía", reconoció Manuel Sánchez Ortega en el inicio de la conferencia, donde subrayó a los analistas que "lo importante es decirles qué no ha pasado". "El negocio sigue siendo el mismo, con un sólido valor, una sólida cartera y un fuerte rendimiento de activos", aseguró el consejero delegado de Abengoa.

Tras un fin de semana de reuniones con los bancos que financian a la compañía, los directivos  insistieron en que sus cuentas ofrecen una imagen fiel del grupo y que en ningún momento han sido enmendadas por los auditores. No obstante, se comprometieron a partir de ahora a desglosar cada trimestre sus cifras de deuda en tres categorías: deuda corporativa, deuda sin recurso -utilizada para proyectos a largo plazo y que no está respalda por la compañía sino por el propio proyecto- y deuda sin recurso en proceso -que sí cuenta con garantías corporativas y destinada a servir de puente para la financiación a largo plazo de sus proyectos-. En esta última categoría se encuentran los 500 millones de bonos verdes que provocaron la tormenta la pasada semana, al no ser incluidos por Abengoa en su presentación de resultados dentro del cómputo de deuda corporativa. En cambio, Fitch sí que los insertó, lo que causó la discrepancia de cifras del pasado viernes, en las que la agencia afirmó que el endeduamiento corporativo duplicaba al reconocido por la multinacional andaluza.

La suma de los tres apartados reporta una deuda bruta de 13.445 millones, aunque al restar la liquidez disponible, unos 4.200 millones, "la posición total de deuda neta" asciende a 9.022 millones, según explicó Sánchez Ortega. De esa liquidez disponible, la multinacional se comprometió a emplear 601 millones de euros a la recompra de bonos a precios actuales.

Además de mantener su meta de limitar su deuda coporativa a 2,1 veces el Ebitda en 2014, la compañía se marcó un nuevo objetivo de desapalancamiento: reducir a cinco veces el Ebitda la suma de la deuda corporativa neta más la deuda sin recurso en proceso y de 4,5 veces el Ebitda en 2015. Los directivos, que respondieron a las preguntas de los analistas durante más de hora y media, se desplazarán hoy a Londres y mañana a Nueva York para explicar a los inversores el "malentendido" con su cifra de endeudamiento.