Empresarios, altos ejecutivos, artistas, deportistas de élite y otros millonarios tiemblan en Alemania después de que ayer se iniciaran una serie de registros contra cientos de sospechosos de defraudar miles de millones de euros al fisco. Las fiscalías de ocho ciudades, entre ellas Fráncfort, Múnich y Stuttgart, han emprendido una redada sin precedentes para combatir lo que el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, califica como "pérdida de decencia de parte de la élite" del país, y recuperar parte del dinero evadido.

La propia canciller, Angela Merkel, abordará la cuestión mañana, cuando se reúna con el primer ministro y titular de Finanzas de Liechtenstein, Otmar Hasler, cuyo país ha sido el destino del flujo ilegal de capitales. El cómputo de implicados podría superar el millar de personas y se prevé que sólo esta semana se produzcan 125 registros. El caso ha sido descubierto por los servicios secretos germanos (BND), que habrían pagado 5 millones de euros a un informante a cambio de un CD con datos de los investigados.