Un consorcio empresarial formado por AlgaEnergy (entre cuyos accionistas se encuentran Repsol e Iberdrola), Aena e Iberia, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Ministerio de Fomento pondrá en marcha, a partir de junio, una plataforma tecnológica de experimentación de microalgas instalada junto a la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas y que cuenta con un presupuesto inicial de 600.000 euros. Esta planta desarrolla una investigación y patente del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBFV) del CSIC de Sevilla para la producción de biomasa a partir de la que pueden optenerse biocarburantes mediante cultivos de microalgas.

Además de la mayor eficiencia energética, las microalgas no desvían a la producción de biocarburantes cultivos destinados a la alimentación humana, usan una menor superficie agrícola y no dependen de las condiciones meteorológicas, requisitos que sí son necesarios para obtener biocombustibles de primera generación.

Augusto Rodríguez-Villa, presidente de AlgaEnergy, destacó que se trata de un "proyecto apasionante de enorme trascendencia", que podrá ayudar a superar las tres grandes crisis a las que se enfrenta el mundo y que son la "alimentaria, la energética y la medioambiental".

Esta planta experimental consumirá en el desarrollo de las algas aguas residuales del aeropuerto y captará y reutilizará dióxido de carbono generados en estas instalaciones y en el banco de pruebas de motores de Iberia, con lo que ambas entidades reducirán sus emisiones de este gas a la atmósfera. Además, tanto Aena como Iberia analizarán la utilización de este biocombustible en sus vehículos de plataforma y aeronaves, dado que el 25% de los costes globales de una compañía aérea se deben al carburante, de ahí la importancia de conseguir reducir la factura energética, tal y como afirmó Antonio Vázquez, presidente de Iberia. Juan Ignacio Lema, presidente de Aena, recalcó que "los biocombustibles serán seguros" como alternativa para sustituir a los carburantes tradicionales. Además, subrayó la "sostenibilidad" como uno de los principales retos a los que se enfrenta la industria aérea.

El secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, afirmó, por su parte, que el proyecto es "paradigma de la relación público-privada y de la utilidad y necesidad de tener centros de investigación punteros" como "una herramienta fundamental para nuestra prosperidad". El proyecto se inscribe dentro el plan de ahorro y eficiencia energética del Ministerio de Fomento con el que se pretenden ahorrar 11.000 millones de euros.