El Bundesbank revisó ayer al alza su expectativa de crecimiento de la economía alemana para el presente ejercicio, hasta situarla en el entorno del 3% de media, después del histórico repunte del producto interno bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2010, que registró una mejoría del 2,2% respecto a los tres primeros meses del año, su mejor dato en las dos últimas décadas. De este modo, la entidad bancaria alemana eleva las perspectivas del crecimiento medio de la economía alemana en 2010, que situó en torno al 2% el pasado mes de junio.

En su boletín mensual, la entidad presidida por Axel Weber constató la existencia de "signos crecientes" de que la recuperación de la primera economía alemana es "cada vez más autosuficiente", aunque indicó en su informe que en la segunda mitad del año el ritmo se "normalizará" pero las perspectivas seguirán siendo favorables. Al mismo tiempo, el banco central alemán añade que los riesgos en el mercado financiero internacional aún no han desaparecido.

La entidad bancaria establece que el moderado crecimiento internacional provocará también un freno en las altas expectativas del crecimiento que ha habido hasta ahora en las exportaciones. Al mismo tiempo, los analistas del banco alemán auguran una mejora del consumo interno tras los buenos datos del mercado de trabajo.

El Bundesbank afirma además en su informe mensual que no comparte el temor de políticos y empresarios a una crisis crediticia. "Desde la perspectiva actual, desaparecerán los problemas de financiación en vista del continuado crecimiento coyuntural", augura la entidad bancaria.

La previsión del Bundesbank se apoya en la tasa de crecimiento del 2,2% del PIB alemán en el segundo trimestre de 2010 con respecto a los tres primeros meses del año, tal y como informó la semana pasada la Oficina Federal de Estadísticas en Wiesbaden. El indicador superó las expectativas pronosticadas por los expertos, que aventuraron un crecimiento del 1,3% de promedio. En la proyección interanual, la economía alemana muestra un saldo positivo del 4,1%. El año pasado, tras el duro golpe de la crisis económica y financiera, el PIB alemán se desplomó un 4,7%, según los cálculos de la Oficina Federal.

El instituto corrigió además al alza de forma significativa sus cálculos para el primer trimestre, y aumentó el crecimiento en un 0,5%, frente al 0,2% anterior.

La oficina de Wiesbaden habló de un crecimiento "vertiginoso", mientras que el ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, se refirió hace una semana a un "crecimiento XL" pero no se atrevió a calificarlo de "milagroso".