Economía

Draghi ve "signos de estabilización" en la zona euro

  • El presidente del BCE defiende la decisión unánime del consejo de gobierno de la entidad de mantener los tipos de interés en el 1%.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró que ya hay signos de estabilización económica en la zona euro y defendió la decisión "unánime" del consejo de gobierno de la entidad de mantener invariable su principal tasa de interés en el mínimo histórico del 1%. "Algunos indicadores recientes demuestran que ya se ven signos de estabilización de la actividad económica, si bien a un nivel bajo", subrayó en su primera rueda de prensa del año.

Además, el italiano hizo un positivo primer balance de las medidas de liquidez ilimitada para los bancos. "Se ven síntomas de reactivación del crédito gracias a la barra libre de liquidez a tres años", adelantó. "Las operaciones a tres años son efectivas" y se ven señales de que "ese dinero se está trasladando a la economía real", continuó sin dar más detalles. Con la decisión de inyectar liquidez al sistema con préstamos a tres años a las entidades financieras se impidió una contracción del crédito "mucho más seria", aseveró el ex gobernador del Banco de Italia, recalcando no obstante que esas medidas son "de carácter temporal" y de momento, suficientes. Draghi sugirió que, además de la inyección de liquidez a tres años, la entidad con sede en Fráncfort continuará con su polémico programa de compra de deuda de países en dificultades de refinanciación.

Pero pese a su optimismo, el ex gobernador del Banco de Italia advirtió que "las perspectivas económicas siguen sujetas a una alta incertidumbre y a sustanciales riesgos a la baja" que se centran sobre todo en la crisis de deuda, en un crecimiento menor de lo esperado y en las medidas proteccionistas. Y reiteró que la inflación se mantendrá durante meses por encima del 2% para después caer por debajo de ese nivel, con el que el BCE considera garantizada la estabilidad de precios.

De todos modos, subrayó que los riesgos están equilibrados y que la recuperación económica llegará este año, aunque "de manera muy gradual" pues se verá frenada por las "persistentes en los mercados financiero". En la rueda de prensa, Draghi instó a los gobiernos europeos a "corregir sus déficits excesivos" y los llamó a continuar con la consolidación fiscal, a la vez que celebró el pacto fiscal aprobado por la Unión Europea. El banquero pidió sobre todo que dicho pacto no sea "ambiguo" y que se firme antes del primero de marzo, tal como piden la canciller Angela Merkel y el presidente galo, Nicolas Sarkozy.

Como esperaban los mercados, el BCE dejó los tipos en el 1% después de haber aplicado dos rebajas consecutivas para impulsar la renqueante economía europea. Lo mismo había hecho el Banco de Inglaterra, que mantuvo los tipos en el 0,5 por ciento. Dado que los índices coyunturales han sido inesperadamente positivos desde diciembre, el guardián del euro hizo oídos sordos a las presiones y decidió esperar a ver los efectos de las medidas extraordinarias y si la temida recesión llega efectivamente a Europa.

Los expertos esperan que Draghi anuncie al menos dos recortes a lo largo de este recién estrenado 2012, aunque no dio ninguna pista sobre la futura política monetaria: "En una situación de tanta inseguridad, valoraremos todos los factores y estudiaremos cada situación. Nuestra política seguirá siendo acomodaticia". Las tasas más bajas facilitan el crédito, lo que mejora el nivel de inversión y estimula la coyuntura. Sin embargo, presionan al alza la inflación, levemente por encima de los niveles recomendados por el BCE para garantizar la estabilidad de precios.

La primera reunión del año se produjo en un contexto especialmente difícil por el claro empeoramiento coyuntural, la expansión por el este europeo de la crisis húngara y la situación límite en la que se encuentra Grecia. Draghi no quiso "valorar" la situación en el país heleno, y se limitó a decir que el BCE es parte de la denominada troika que decide sobre el rescate a Grecia. "No hacemos comentarios, no tenemos nada nuevo que comentar". Además, reiteró el carácter "único y excepcional" del acuerdo de cancelación parcial de la deuda a Gracia. Tampoco hizo comentarios sobre Irlanda, Italia y España. Pero saludó las reformas que según él eran necesarias en la eurozona para mejorar la competitividad, el crecimiento económico y la creación de empleo. En algunos países periféricos se han visto "progresos sustanciales y significativos en términos de consolidación fiscal", reconoció. "Los mercados lo han reconocido", agregó en referencia al éxito de las emisiones de deuda de España e Italia.

Desde su llegada al BCE, Draghi aplicó dos rebajas consecutivas de tipos hasta dejarlos en el mínimo histórico que había tocado en mayo de 2009. El banco emisor había mantenido las tasas en ese nivel hasta abril del año pasado, cuando determinó el primero de dos aumentos hasta el 1,5 por ciento para contener las tensiones inflacionistas y confiando en una recuperación económica.

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