Smart Chemistry | Expoquimia

Hidrógeno verde para revolucionar el transporte

  • Para 2030 se espera contar en España con 200 autobuses y 7.000 vehículos de pila de combustible

  • Air Liquide plantea la necesidad de un corredor entre España y el centro de Europa

Una hidrogenera de Air Liquide.

Una hidrogenera de Air Liquide. / M. G.

El hidrógeno verde, obtenido a partir de energías renovables, se ha configurado como un vector clave en el reto de la descarbonización en sus diferentes usos: industrial, de almacenamiento de energía, doméstico o de movilidad. Es en este último apartado en el que se esperan conseguir resultados relativamente pronto y en el que se plantea uno de los grandes retos: transformar la flota de transporte por carretera a una propulsada por hidrógeno. Ya hay un objetivo marcado: para 2030 se espera contar en España con 200 autobuses y 7.000 vehículos propulsados de pila de combustible, además de dos líneas comerciales de tren. Pero para ello hay que desarrollar una red de hidrogeneras y plantas electrolizadoras para producir hidrógeno verde, que además sirvan de base para una red que conecte España con el centro de Europa.

Sería un nuevo formato de corredor europeo, como lo ha planteado Air Liquide, compañía de gases y servicios industriales en el foro Smart Chemistry Smart Future de Expoquimia, en el que el hidrógeno como base para la transición energética ha estado muy presente. El grupo trabaja ya en el proceso para conseguir un hidrógeno 100% verde para el año 2030, la primera de las fechas clave que se han marcado a nivel europeo en la carrera por convertirse en un continente climáticamente neutro. Pero primero está desarrollando proyectos con los que implantar el hidrógeno de forma efectiva como forma de propulsión en el transporte.

Esto conllevaría una notable mejora ambiental al eliminar las emisiones de CO2 de este sector. Los vehículos propulsados por hidrógeno son vehículos eléctricos, en los que la electricidad se genera mediante una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno en el interior de las pilas de combustible. El único residuo que dejan es vapor de agua. Hasta ahora su uso quedaba limitado por la falta de una red de recarga que con la apuesta europea por el hidrógeno verde debería ver una rápida expansión en los próximos años. Si el cambio a hidrógeno supone una mejora ambiental (también proporciona una mayor autonomía que la batería eléctrica tradicional), la obtención de este a través de una electrólisis con electricidad proveniente de energías renovables (el llamado hidrógeno verde o renovable) incrementa ese efecto, hasta el punto de que se calcula que su uso podría reducir en un 35% las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Para el año 2024, estima la Hoja de Ruta del Hidrógeno, podría alcanzarse un valor total de potencia instalada de electrolizadores de entre 300 y 600 megavatios.

La Hoja de Ruta del Hidrógeno para España prevé para 2030 la existencia de al menos 100-150 hidrogeneras de acceso público para el repostaje de vehículos de transporte. Estas deben situarse en lugares fácilmente accesibles, repartidas por todo el territorio con una distancia máxima de 250 km entre cada una de las hidrogeneras y el punto de recarga más próximo. Permitirían la recarga de una flota de al menos 150-200 autobuses de pila de combustible de hidrógeno renovable y entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados para el transporte de mercancías propulsados por hidrógeno. Entre ellas estaría la red propuesta por Naturgy en Andalucía, con hidrogeneras con capacidad para abastecer a 13 autobuses diarios en Algeciras, Sevilla, Linares y Huelva, además de dos hub de movilidad sostenible en Málaga y Granada.

El plan también prevé la instalación en España de al menos 4 GW de potencia de electrolizadores que idealmente se localizarán en las proximidades de los lugares de consumo, ya sea industria consumidora de hidrógeno como para el suministro de hidrogeneras y otras aplicaciones, con el propósito de minimizar los costes asociados al transporte y almacenamiento del hidrógeno renovable generado. Para el año 2024, estima la Hoja de Ruta, podría alcanzarse un valor total de potencia instalada de electrolizadores de entre 300 y 600 megavatios.

En ese contexto es en el que Air Liquide apunta la necesidad de conectar España, que de desarrollarse el plan previsto tendría una base suficiente de hidrogeneras e instalaciones de producción de hidrógeno verde para poder hacer esa transición e incluirse en esa nueva red europea de transporte.

En otros puntos de Europa se están dando pasos hacia adelante. Air Liquide ha desarrollado junto a Toyota un proyecto por el que ya hay 600 taxis en París que funcionan con hidrógeno, además de siete autobuses. En el Puerto de Marsella abrirá en 2022 la primera hidrogenera de alta presión de Europa para transporte pesado, con una capacidad de 20 camiones al día. Y en el Puerto de Róterdam, el primero de Europa, impulsará la movilidad de 1.000 camiones de hidrógeno con 25 hidrogeneras, conectando Holanda, Bélgica y Alemania. Al otro lado del Atlántico, en Canada, opera el mayor electrolizador PEM (siglas en inglés de Membrana Intercambiadora de Protones) que produce hasta 8,2 toneladas al día de hidrógeno bajo en carbono.

Air Liquide opera el mayor electrolizador PEM del mundo, que produce hasta 8,2 toneladas al día, en Canadá. Pero vienen grandes proyectos en todo el mundo, incluida España.

En el caso de España, explica el responsable Desarrollo de Negocio Manufacturing & Process de Air Liquide en Iberia, Víctor Geraldes, se hizo este mismo año un experimento con buen resultado: la compañía Avanza probó durante dos semanas su autobús Solaris, de pila de hidrógeno, en condiciones reales de prestación del servicio. Por otra parte, con un consorcio de varias empresas, la federación madrileña del taxi plantea pasar 1.000 taxis de la capital a hidrógeno para 2026.

Geraldes destaca el momento clave que está viviendo el sector, con grandes proyectos de instalaciones de producción de hidrógeno renovable en cartera, muchos de ellos en Andalucía. “Estamos en un punto de inflexión”, destaca Geraldes, quien apunta a los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica (conocidos como Perte) como una herramienta clave, la que espera todo el sector. Ya está aprobado el del Vehículo Eléctrico y Conectado, pero en Smart Chemistry la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) ha reclamado que se agilice la aprobación del Perte del hidrógeno para poder aprovechar la llegada de los fondos europeos Next Generation. El futuro energético pasa sin dudas por el hidrógeno.

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