El grupo bancario ING se ha disparado un 30 por ciento en la Bolsa de Amsterdam hasta alcanzar los 9,48 euros por acción, tras el plan de fortalecimiento de su capital. La inyección de 10.000 millones de euros anunciada este fin de semana por el Gobierno holandés para comprar acciones y reforzar la solvencia de la entidad ha devuelto la confianza en el banco.

En este contexto, el director general de ING en España, César González Bueno, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los 1,7 millones clientes de esta entidad bancaria en nuestro país asegurando que "pueden estar ahora más tranquilos que antes, si cabe". Niega que esta inyección de capital sea una "operación de rescate" y asegura que la inversión de capital en una entidad sana es "ir por delante de la crisis".

La inyección de 10.000 millones añade "más solvencia todavía a un banco que ya era solvente" según González Bueno, quien en numerosos medios de comunicación ha asegurado que el apoyo del Gobierno holandés "no es un rescate, sino todo lo contrario, es un reforzamiento a la primera entidad financiera holandesa, para que pueda seguir trabajando".

César González Bueno afirmó hoy que la inyección de liquidez es una medida "distinta, novedosa y pionera" porque es la primera vez que se hace en una entidad que está "sana". Respecto a la deuda que la entidad contrae con el Ejecutivo holandés, González Bueno señaló que aunque es un dinero que ING no tiene obligación de devolver, "lo hará porque está establecido en los mecanismos para que tenga interés en devolverlo, pero es una deuda perpetua".

El apoyo del Gobierno

La mayoría de las pequeñas compañías financieras que estaban registradas en bolsa holandesa habían asegurado que no tenían planes de pedir apoyo de capital, pero ING y la aseguradora Aegon habían dicho que estaban observando la oferta gubernamental. "El ambiente del mercado ha cambiado en las últimas dos semanas y las expectativas que hay para niveles de capital ha cambiado tras las masivas inyecciones a las instituciones financieras a lo largo del mundo", dijo el presidente ejecutivo de ING, Michel Tilmant.

"Hemos aceptado las consecuencias de esta situación y damos la bienvenida al apoyo del Estado holandés", agregó en una rueda de prensa nocturna rodeado del ministro de Finanzas, Wouter Bos, y el presidente del banco central, Nout Wellink. Bos y Wellink insistieron en asegurar a los clientes y accionistas que ING es una firma bien gestionada con finanzas sólidas. "No se trata de salvar compañías enfermas, sino de asegurar el futuro de una saludable", dijo Wellink.

Y la Bolsa así lo ha entendido. Después de que la entidad holandesa perdiera el viernes un 27% situando el precio de sus títulos en 7,34 euros hoy ING Group registraba una subida del 30 por ciento al cierre de la sesión en el parqué de Amsterdam, con un precio por acción de 9,48 euros.

Hacer caja

Y entre tanto ING ha decidido caja y vender su negocio de seguros en Taiwan. La entidad holandesa ha anunciado que ha vendido su negocio de seguros en este país al grupo Fubon Financial Holding por un importe equivalente a 600 millones de dólares (447 millones de euros). 

La venta se pagará mediante títulos y deuda subordinada de Fubon Financial, con lo que al finalizar la transacción, ING mantendrá una participación del 5% en el grupo Fubon Financial. Esta es la tercera mayor compañía de servicios financieros en Taiwán, y tras esta compra, será el segundo mayor actor en el mercado de seguros de su país. 

"Estamos en una gran tormenta financiera, y la tormenta se ha ido creando en las últimas semanas. Queríamos asegurarnos de que teníamos un amortiguador, un amortiguador lo suficientemente grande para atravesar la tormenta", dijo el director financiero de ING, John Hele, a CNBC.