Jaime García

¿Vivimos en un momento excepcional? Hace dos años teníamos que frotarnos los ojos para creernos que una pandemia mundial nos había confinado en nuestras casas hasta nuevo aviso. Y justo cuando parece que estamos saliendo de esta situación, estalla un conflicto armado dentro del Viejo Continente, con la invasión rusa sobre Ucrania.

De por medio, hemos vivido una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes, el asalto al Capitolio, la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y hasta la mayor erupción de un volcán conocida desde 1585. Y hoy observamos a diario cómo en Europa una nación invade a un país vecino, con las consecuencias sociales y económicas que ello conlleva.

SI tiramos de historia, el ser humano ha ido superando guerras mundiales, crisis energéticas, quiebras económicas (1929 y 2008), pandemias mundiales y siempre ha acabado venciendo las adversidades y ha tendido al progreso. Y el que escribe espera y confía en que volveremos a hacerlo.

Hoy, uno de los mayores enemigos provocados por el entorno actual es la elevada inflación que acecha nuestro nivel de vida, algo que tanto nos ha costado conseguir. Y para combatirla se vuelve fundamental saber cómo invertir nuestros ahorros de la forma más eficiente.La primera y más sencilla recomendación, que no siempre se cumple, es conocer los pros y contras de la inversión. Es como viajar en avión: sabemos que es la forma más segura y, aunque haya turbulencias que nos inquieten, no solicitaremos al piloto que nos baje en ese momento. Estamos tranquilos porque conocemos que llegar pronto y de forma segura lo compensa. A la hora de invertir sucede algo parecido. De esta forma podemos mantener el poder de compra de nuestro dinero ante la subida de los precios de todos los bienes y servicios. Pero antes de invertir debemos conocer los pros y los contras.

Los pros son su liquidez y su potencial de rentabilidad al cabo de un plazo determinado. Sus contras son los riesgos, entendidos como las variaciones durante la vida de la inversión. Bajadas como las que vivimos ahora, cuando la economía parece encontrarse en un bache. Pero ¿y si ya sabíamos que estas caídas formaban parte del paisaje de la inversión financiera? Pues entonces las recibimos estoicamente y esperamos a que terminen, como las turbulencias del avión. Ahora bien, a diferencia de cuando volamos, ¿y si tuviéramos un plan para aprovechar estas caídas? ¿Las veríamos con la misma actitud? Obviamente no, ya que cuando uno espera que ocurran cosas y tiene un plan para cuando acontecen, solo hay que seguir con lo previsto. Y esto lo permite una estrategia de inversión periódica mensual en los activos financieros que previamente se haya escogido para invertir.

La única vacuna para la situación actual es no automedicarse. Con esto me refiero a que debemos ponernos en manos de un buen profesional del sector que nos asesore en nuestras finanzas. Y como siempre, contar con un buen plan, y confiar firmemente en él.