Repsol YPF hizo gala ayer de una potencia inversora desconocida hasta ahora en la industria española por su enorme magnitud. La primera compañía nacional de extracción, refino y comercialización de productos petrolíferos dio luz verde a un macrodesembolso de 3.262 millones de euros con los que más que duplicará la capacidad de su refinería de Cartagena (Murcia) hasta las once millones de toneladas de crudo al año frente a las cinco actuales.

La puesta en marcha de estas nuevas instalaciones, que ocuparán una extensión de 60 hectáreas junto a la planta actual, está prevista para 2011. Con ello, Repsol incrementa su liderazgo absoluto en el mapa petrolero español ya que contará con una capacidad total de refino de 43 millones de toneladas en ese año sumando la producción de Cartagena (11) a las de las plantas que ya posee en Puertollano (7), La Coruña (6), Tarragona (8) y Bilbao (a través de Petronor y que ya destila 11 millones de toneladas al año).

Singularmente, Cartagena disputará así, junto a Bilbao, el título de mayor refinería de España a Cepsa, que en Algeciras destila 12 millones de toneladas al año. En total, la segunda petrolera española procesará 25,5 millones de toneladas en 2009 una vez que esté terminada la ampliación de la refinería de La Rábida (Huelva), en la que está invirtiendo más de mil millones de euros.

Repsol explicó ayer que más de la mitad de la producción prevista en Cartagena corresponderá a gasóleo, combustible del que España es altamente deficitaria. Según los últimos datos disponibles de la Asociación de Operadores Petrolíferos correspondientes a 2006, España importó más de 12 millones de toneladas de gasoil. Las ampliaciones de Repsol en Murcia y Cepsa en Huelva tratan precisamente de paliar este desequilibrio.

Con la gasolina ocurre justo lo contrario: nuestro país exportó casi tres millones de toneladas en ese año.

Otras magnitudes dadas a conocer ayer dan idea de lo faraónico del proyecto de Repsol. Esos 3.262 millones servirán para construir 30 nuevas unidades de distintos procesos; acondicionarán 300.000 metros cuadrados de nuevas zonas de almacenamiento; precisarán de 35.000 toneladas de acero; 4.500 kilómetros de cable; se utilizarán mil kilómetros de tuberías; y absorberán 3,5 millones de horas de trabajo sólo en ingeniería y otros 20 millones de horas para su construcción.

Generará además 300 empleos directos, 400 indirectos y 1.500 inducidos una vez en marcha.