Economía

Sando eleva la facturación un 36%, hasta los 1.033 millones

  • El grupo anuncia desinversiones por valor de 300 millones para elevar su liquidez

Sando logró esquivar en 2007 las turbulencias que sacuden el sector inmobiliario y de la construcción y que se han traducido, en los últimos meses, en un reguero de insolvencias y concurso de acreedores. El grupo de origen malagueño cerró el pasado ejercicio con un volumen de facturación que superó el listón de los 1.000 millones de euros (1.033 millones), mejorando así en un 36% el dato registrado en 2006. Un balance que, según auguró ayer el vicepresidente y consejero delegado de la compañía, Luis Sánchez Manzano, permite trazar para 2008 un objetivo de crecimiento de entre el 8 y el 10% en la cifra de negocio, "consolidando la actividad" en un escenario "de cautela y tranquilidad".

Peor comportamiento registra el dato de beneficio del grupo, que se redujo desde los 162,54 millones de 2006 hasta los 70,2 millones contabilizados durante el último ejercicio. Sánchez Manzano justificó ayer esa caída en la ausencia de ingresos extraordinarios, frente a los 88,3 millones de euros que aportó hace dos años la venta de un 12,5% de la participación de Sando en Duse, sociedad inmobiliaria en la que, tras la operación, controla el 65% del capital (Realia posee el 24,5% y el resto es propiedad de Noralia, participada a su vez por Realia y Noriega).

Luces y sombras. Frente al buen comportamiento del área de Construcción (con una facturación de 582 millones, el 36,2% más) y la consolidación de la apuesta exterior (5.600 viviendas en cartera en Polonia, incluido el reciente desembarco en Hungría, además de concesiones en México), el grupo ha visto en el último ejercicio cómo su deuda escalaba desde los 643,4 millones en 2006 hasta los 1.432,5 millones del último año. Sánchez Manzano recordó ayer que a ese incremento han contribuido las inversiones en el programa de expansión, la deuda de Duse (230 millones) o la adquisición en mayo de la sociedad Agofer, que ha elevado el dato final en 410 millones de euros. "Lo podemos soportar perfectamente por los resultados y por el apoyo de las entidades financieras", subrayó Sánchez Manzano.

Sea por la coyuntura desfavorable o por el peso de la deuda financiera, Sando confirmó ayer que se decantará este año por las desinversiones. En total, el grupo pretende deshacerse de 300 de los 3.169 millones de euros en los que están valorados sus activos. Son, a juicio del vicepresidente del grupo, "medidas normales" para conseguir liquidez y fortalecer el balance de la compañía, además de apuntalar los primeros pasos dados en el extranjero.

¿Dónde desinvertir? Sánchez Manzano sólo adelantó ayer que esa retirada se materializará en forma de ventas en la cartera inmobiliaria que el grupo posee en España. Sin concretarlo, entre las opciones podría figurar reducir aún más la participación en el capital de Duse, que contempla como proyecto estrella la construcción de las 16.000 viviendas que Sando pretende levantar en Sevilla (en Santa Bárbara, Sevilla Este) y cuyos activos están valorados en 1.200 millones de euros. Sando ha pasado en un año de controlar el 77,5% de la sociedad hasta reducirlo al 65%, y su vicepresidente no cierra la puerta a nuevos movimientos, aunque siempre condicionados a mantener la mayoría.

Sánchez Manzano auguró crecimientos del 10% este año en las áreas de Concesiones y Medio Ambiente, un retroceso ligero en la de Materiales y márgenes similares a los actuales en las divisiones de Construcción e Inmobiliaria. Y sobre posibles fusiones o adquisiciones, Sando "no se cierra a ninguna operación" -se estudiará "si es interesante"-, aunque descartó novedades a medio plazo porque "de momento no hay nada".

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