El Grupo Santander obtuvo un beneficio de 6.740 millones entre enero y septiembre de 2009, el 2,8% menos que en el mismo periodo de 2008, anunció ayer el consejero delegado del grupo, Alfredo Sáenz, quien pronosticó que 2010 será un año "complicado" para el sistema financiero español.

La entidad que preside Emilio Botín optó por destinar 2.247 millones procedentes de plusvalías netas a provisiones genéricas (1.400 millones) y a sanear los inmuebles adquiridos (otros 600 millones). Además, registró unas dotaciones para insolvencia de 7.200 millones, el 54% más que en 2008, con lo que se situaron en total en 16.619 millones. De ellos, 10.550 millones fueron dotaciones específicas y 6.069 millones, genéricas.

El grupo registró una tasa de mora del 3,03% al término de septiembre, frente al 2,82% con que cerró el primer semestre del año, un ratio que en el mismo mes del año pasado era del 1,71%.

La panorámica de los cinco grandes de la banca -Banco Santander, BBVA, Caja Madrid, la Caixa y Banco Popular- es aún menos halagüeña: alcanzaron un beneficio neto conjunto hasta septiembre de 13.602 millones, un 11% menos respecto a los 15.092 millones registrados en el mismo periodo de 2008.