Economía

Ultimátum de EADS: si no hay acuerdo a final de mes el A400M es inviable

  • Airbus da a los países clientes del avión militar hasta el 31 de enero para asumir parte de los sobrecostes por los retrasos · Amenaza con dejar el programa, con 8.000 empleos, porque pone "en riesgo" a la propia firma

Última llamada para el A400M. Ahora o nunca. La salvación del avión militar de Airbus que se monta en Sevilla pende de un hilo. Poco más de 15 días es el plazo que ha dado la compañía a los siete países clientes del programa para no cancelarlo y no dejar, con ello, a 8.000 empleados de toda Europa en la estacada. Pero, ¿qué demanda el grupo aeronáutico? Que las naciones compradoras -Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo- asuman parte de los sobrecostes derivados de los retrasos en el desarrollo de la aeronave -en torno a 18 meses- y que se estiman en torno a los 5.300 millones de euros.

El escenario elegido para lanzar el ultimátum no está exento de simbología. La planta de montaje final del A400M en Sevilla fue precisamente donde un contundente Tom Enders, presidente de Airbus, y un más diplomático, Louis Gallois, homólogo en EADS, dictaron sentencia. "No podemos seguir viviendo con esta incertidumbre financiera; gastamos entre 100 y 150 millones de euros al mes en este programa y no podemos ir más allá de enero sin saber qué va a pasar; no estamos dispuestos a seguir financiándolo a partir de mediados de 2010", defendieron en una multitudinaria conferencia ante más de 150 periodistas.

Ambos lanzaron un "mensaje de urgencia" a los gobiernos para que se impliquen de una vez por todas en la renegociación del proyecto. La compañía asegura que ya ha puesto sobre la mesa 2.400 millones y ha asumido los retos tecnológicos del programa, por lo que toca el turno a los clientes, más si cabe, cuando fueron ellos "los que impusieron un reparto de la producción entre países de lo más barroco, y la fabricación de un motor desde cero", en palabras de Enders. "Lo que no podemos seguir haciendo es añadir más pérdidas a nuestras pérdidas", añadió Gallois.

El día 31 de enero expira el plazo para que los estados suelten más dinero para el avión militar. "El A400M, tal y como está concebido ahora, pone en riesgo a todo Airbus y no voy a consentirlo", espetó un efervescente Enders. Si bien reconoció que él solo no tiene poder para paralizar el programa, señaló que sí podía hacer análisis que llevaran al consejo de administración a tomar la decisión. Desde muchos frentes se apunta a que esta actitud de Airbus no es más que una estrategia de presión a los países, pero Enders quiso dejar claro que no se trata de "ningún chantaje".

La razón que hay detrás del ultimátum no es otra que "el hecho de tener que cerrar las cuentas anuales con los auditores de la compañía". "No podemos esperar más, hemos mantenido conversaciones durante más de nueve meses y ya es hora de concretar una solución", aseguró. "Tenemos que proteger los intereses de Airbus, su competitividad comercial y su sostenibilidad financiera", dijo.

Pero si no se ha llegado a un entendimiento en casi un año, ¿es factible que se pueda cerrar en apenas dos semanas? A juicio de Domingo Ureña, presidente de Airbus Military y máximo responsable del A400M, sí. "15 días son un mundo", afirmó. "Es cierto que hemos dejado lo más difícil para el final, es decir, cómo compartir los sobrecostes, pero también lo es que el restante 99,9% de la negociación ya está cerrado", dijo. Reconoció que poner de acuerdo a siete países y elegir un líder es un proceso "complejo", pero indicó que están esperando su llamada. "Es nuestra obligación preparar planes de contingencia por si las conversaciones no salen adelante, pero tenemos la cabeza puesta en llegar a un pacto razonable", señaló.

Los argumentos de peso que manejan para persuadir a los gobiernos de las siete naciones son dos. En primer lugar, Airbus alertó de que entre 8.000 y 10.000 empleos quedarían en el aire si el programa se fuese a pique, además de los 40.000 potenciales que el avión militar será capaz de crear cuando su producción esté a pleno rendimiento. Otro motivo de carácter comercial dado por Gallois fue que, incluso con el alza de precio propuesta por la compañía, la aeronave "sigue siendo más competitiva, ya que su importe es más barato que el de competidores como el C130 o el C17 con respecto a la carga que puede transportar".

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