El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, hizo hoy un llamamiento a la calma al asegurar que "en estos momentos, no hay nada que ponga en riesgo los ahorros de los depositantes españoles", gracias el sistema financiero español, "bien gestionado, regulado y supervisado".

En su comparecencia ante la comisión de Presupuestos del Congreso, el gobernador aseguró que la decisión que anunció ayer el Gobierno español de elevar los 20.000 euros que asegura el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) se produjo para evitar la competencia desleal con entidades financieras internacionales y no porque se necesitara.

Explicó que no era necesario elevar el máximo garantizado porque los ahorradores españoles siguen teniendo una confianza "enorme" de que, en caso de quiebra financiera, recuperan todo su dinero. La tranquilidad de los depositantes españoles, añadió, se basa en la experiencia del país en la resolución de crisis bancarias, como la de Banesto, en la que no se perdió dinero.

De las entidades bancarias, dijo que ahora deben afrontar grandes retos como la reducción de beneficios o la morosidad, al tiempo que auguró que el negocio reducirá costes y en algunas situaciones llevará a procesos de reestructuración si quieren subsistir.

El gobernador defendió que en esta crisis financiera se busquen soluciones "fundamentalmente" europeas para cubrir "aspectos delicados de ayuda de estado".

En este sentido, alertó de que en estas ocasiones muchas consecuencias negativas no vienen de las crisis, sino de las soluciones, por lo que pidió una "enorme cautela" para no empeorar la situación.

Fernández Ordóñez, quien destacó que tomar medidas por tomarlas es "absolutamente absurdo", valoró la reunión de ayer del presidente del Gobierno con los responsables de las principales entidades financieras.

Además, Fernández Ordóñez advirtió de que no es descartable que el déficit previsto en los Presupuestos Generales del Estado de 2009 para las Administraciones Públicas (el 1,9 por ciento del PIB) se amplíe debido a la actual incertidumbre.

También subrayó que es "fundamental" para suavizar el ajuste en el sector de la construcción que se disponga de un cierto margen para acometer los planes de inversión en infraestructuras en marcha.

Asimismo, incidió en la "gran responsabilidad" de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales, al asumir una parte muy importante del gasto público, y en particular de la inversión pública.

El gobernador abogó por acometer reformas estructurales que flexibilicen la economía, liberalicen determinados sectores y mercados e incrementen la competencia.

Fernández Ordóñez pidió que los salarios sean adecuados a la productividad y "se evite la inercia alcista frente a perturbaciones exteriores que introducen mecanismos como las cláusulas de salvaguarda".

El gobernador apuntó un previsible incremento de los precios "cada vez más moderados" en lo que queda de año, al tiempo que subrayó que la política monetaria del Banco Central Europeo debe seguir contribuyendo a la contención de la inflación. Asimismo, añadió que esa trayectoria debería prolongarse el próximo año, con el fin de alcanzar una convergencia "más completa y sostenible" con el área euro.

El gobernador consideró que "lamentablemente" existe nuevamente el riesgo de que una mayor inflación en 2009 si en la negociación colectiva se incorpora el deterioro en las expectativas de aumento de precios y se activan las cláusulas de salvaguarda.

Durante su intervención, el portavoz económico del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro criticó que el Gobierno no haya elaborado unos Presupuestos más comprometidos con el control del gasto público y corriente para dar más fiabilidad y seguridad, "y más cuando hay crisis financiera".

Por parte de CiU, Josep Sanchez-Llibre agradeció al gobernador sus manifestaciones de confianza en la economía española pero le recordó que estas declaraciones deben ir acompañadas de un liderazgo que no ha demostrado el Ejecutivo.