El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, anunció ayer que la entidad tiene previsto culminar el expediente de regulación de empleo (ERE) que está aplicando en el marco de la integración de BMN en 2018, antes de lo previsto inicialmente, lo que permitirá a la entidad acelerar la reducción de costes. Así lo señaló Sevilla durante la presentación de las cuentas correspondientes al primer trimestre del año, que han arrojado un beneficio neto atribuido de 229 millones de euros, un 24,5% menos que un año antes.

Según informó Sevilla, en el marco del acuerdo firmado con los sindicatos el pasado 15 de febrero a finales de abril habrán salido un total de 1.180 empleados, mientras que entre mayo y junio se prevé que abandonen la entidad otros 485 trabajadores.

El beneficio neto de enero a marzo fue de 229 milones, un 24,5% menos

El ERE contemplaba un máximo de 2.000 bajas y, según los cálculos de Bankia, en el segundo semestre de 2018 se producirán 365 salidas, por lo que, en términos de personas, el ajuste de empleo se completará fácilmente antes del 30 de septiembre de 2019, fecha inicialmente prevista.

"Cuando diseñamos el plan de integración pensábamos que parte de las salidas se extenderían a 2019, pero la idea es que esté cerrado, en términos de personas, antes de 2018, lo que permitirá acelerar la reducción de costes", afirmó el consejero delegado.

En relación a la distribución geográfica del ERE y las movilizaciones de algunos trabajadores, Sevilla sí que reconoció que el asunto "aún no se ha cerrado". No obstante, ha asegurado que el "problema a gestionar" es cada vez "más pequeño", por lo que espera que la plantilla resultante esté "razonablemente encajada" a final de año".

Respecto a algunas quejas de los sindicatos relacionadas con la integración de los servicios informáticos de ambas entidades, Sevilla afirmó que una integración siempre crea "incomodidad" entre los clientes.